Alsa y Maiz competirán con Autransa por el servicio de ambulancias que dejará Diavida
El nuevo contrato de emergencia, con un valor estimado de 13,5 millones y 18 meses de duración, suprime las penalizaciones que sufrió la valenciana | Sanidad valora las tres ofertas recibidas, donde se puntuará el aumento de vehículos y su antigüedad, y los tiempos de respuesta
Tres empresas han formalizado sus ofertas al Servicio Cántabro de Salud (SCS) con intención de reemplazar a la valenciana Diavida al frente del transporte sanitario ... programado. Y las tres aguardan con impaciencia a conocer las cartas de sus competidoras, a sabiendas de que hay en juego mucho más que el contrato de emergencia forzado por la rescisión de mutuo acuerdo con la adjudicataria actual. En ese proceso hay novedades que hasta ahora no habían trascendido. La primera que Autransa, la firma del gigante HTGroup que muchos dan por sentado que recuperará el servicio que gestionó con su antigua marca (Ambuibérica) durante más de una década, no competirá solo con el grupo asturiano Sanir (Alsa), sino que también se ha postulado Ambulancias Maiz, empresa de origen vasco con un siglo de historia que opera en País Vasco y en Aragón y es propiedad de DYA Cantabria.
Son las tres compañías que presentaron su oferta antes del lunes a las 14.00 horas, que era cuando expiraba el plazo para registrarla. En cambio, no lo hizo la cuarta invitada al procedimiento, que era Digamar, del grupo Servicios Sociosanitarios Generales (SSG), quien en 2024 perdió el concurso del transporte programado frente a Diavida.
La cifra
13,1 millones
fue el precio de licitación del contrato adjudicado a Diavida por 11,9 para dos años
Los técnicos encargados del proceso ya están analizando las propuestas, como confirmó ayer el gerente del SCS, Luis Carretero. «Se va a valorar el precio, pero también el número de vehículos que se aporten, así como su antigüedad media y el compromiso de mejora en indicadores de calidad (tiempos de respuesta)». El objetivo es reducir las incidencias por retrasos en los traslados de los pacientes que acuden a consultas y tratamientos (rehabilitación, quimioterapia, diálisis...) o que reciben el alta hospitalaria y precisan un transporte en ambulancia, ya que es ahí donde se concentraron las quejas sobre el trabajo desarrollado por Diavida en los primeros meses de actividad.
De entrada, la cuantía que cobrará la empresa que coja las riendas de la prestación será más jugosa que la firmada por la valenciana –a la que no le ha dado tiempo ni a completar su primer año–. Según ha podido saber este periódico, el valor estimado del contrato de emergencia es de 13,5 millones para 18 meses. A la espera de conocer las ofertas que han realizado las tres aspirantes, ya es seguro que habrá un incremento sustancial en la factura mensual con respecto al presupuesto que ha manejado Diavida. Cabe recordar que la actual adjudicataria ganó a Digamar con una bajada de 1,2 millones sobre el precio de partida, que era de 13,1 millones para dos años. Es decir, que los 500.000 euros al mes del negocio aceptado por Diavida (asumió el servicio por 11,9 millones) pasarían a convertirse en 750.000, hecho el cálculo sobre la licitación que hay sobre la mesa, que arroja una diferencia de 4,5 millones de euros.
Candidatas
Autransa (HTG)
La compañía pertenece a HTGroup, líder en España y segundo operador en Europa. Con 45 años de experiencia, cuenta con una plantilla de 6.300 personas y 2.500 vehículos.
Alsa (Sanir)
Sanir nace de la alianza de Alsa y Transinsa, operador de referencia en el transporte sanitario de Asturias. Tiene 2.350 trabajadores, 665 ambulancias y 20 años de experiencia.
Ambulancias Maiz
Empresa de origen vasco, que opera en Aragón y País Vasco sobre todo en el sector privado, y que desde 2018 es propiedad de DYA Cantabria. Dispone de 100 ambulancias y 117 trabajadores.
En el nuevo pliego ya se establece que se valorará el aumento de la flota de ambulancias, determinando un mínimo de 54, que son las que tiene desplegadas la todavía adjudicataria, y un máximo de 71. Se puntuará en función del total ofertado. Pero, además, se tendrá en cuenta la antigüedad de las ambulancias –cuanto más nuevas, mejor–. Y ahí es donde entra la parte de negociación empresarial entre Diavida, que empezó a operar el 1 de octubre de 2024 con toda la flota a estrenar, y su eventual sustituta. Unas conversaciones que ha mantenida en paralelo con dos de las candidatas, pero que no se ha traducido en ningún acuerdo hasta la fecha. Así que está por ver si hay o no traspaso de la flota y del resto de equipamiento, que sería la opción más factible, teniendo en cuenta las dificultades del sector para dotarse del volumen necesario para asumir el relevo. A partir de ahí cabe preguntarse si la futura concesionaria tendría vehículos propios para asumir el contrato de emergencia si no coge los que dejaría Diavida. A ese interrogante hay que añadir otro factor que lo complica aún más: el tiempo. «Una vez se conozca a la adjudicataria, el plazo para hacer la transferencia es de un mes, pero intentaremos que se haga lo más rápido posible», apunta Carretero. «Lo ideal es que fuera cuanto antes y que no se resienta lo más mínimo el servicio», añade.
«Solución transitoria»
El gerente recuerda que se trata de «un contrato transitorio complejo», porque «quien venga tiene que hacer un esfuerzo económico y dotarse de todos los medios para un periodo corto». Aunque el pliego marca 18 meses, él estima que en «un año» pueda volverse a adjudicar el contrato que unificará el servicio de ambulancias urgente (a cargo de Autransa) y el programado, el gran pastel que aspiran a comerse los grandes grupos del sector. Visto así, cabe pensar que mejor si ya tienen un pie en el terreno, aunque eso no implicaría que partan con ventaja en la pugna por el millonario contrato futuro, que también tendrá una duración mayor.
Tal vez para compensar ese esfuerzo, el pliego en ciernes ha suprimido las duras sanciones que ha sufrido Diavida, que le costó un expediente de 100.000 euros el primer mes y otros descuentos de la parte variable de su facturación. En el contrato de emergencia no aparece un régimen de penalizaciones económicas tipificado y, por tanto, se entiende que se aplicaría la ley de contratos. Además, tampoco se exige que tenga que ir un técnico adicional con el conductor de la ambulancia siempre –tal y como han reivindicado los sindicatos en su lucha frontal contra Diavida–, sino que «se establecerán criterios para determinar cuándo será necesario y cuándo no. Hay que avanzar en la interpretación, pero irán en función de las características o las necesidades del paciente, no toda persona que es trasladada en ambulancia requiere que vayan dos trabajadores con ella», subraya Carretero.
Cronología
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19 de abril de 2024 | Adjudicación: Diavida da la sorpresa y gana el servicio programado de ambulancias, frente a Digamar (SSG), con una bajada de 1,2 millones.
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1 de octubre de 2024 | Inicio:La empresa valenciana asume la gestión del transporte programado del SCS, con una flota de 54 ambulancias.
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9 de noviembre de 2024 | Problemas: Conflicto laboral por el retraso de la nómina, que se repite en meses siguientes. Diavida admite problemas de financiación tras la dana. Huelga de un día a final de noviembre.
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5 de febrero de 2025 | Presión política: El Parlamento pide por unanimidad que el Gobierno de Cantabria estudie la rescisión del contrato de ambulancias con Diavida.
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14 de abril de 2025 | Rescisión: Sanidad anuncia el inicio del proceso de rescisión, pero el Consejo de Estado no lo avala. Tras el dictamen de junio se acepta la rescisión por mutuo acuerdo que planteó la empresa.
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