El análisis de los empresarios

Entre la radiografía son varios los que destacan el menor porcentaje de paro en la Comunidad en relación a la media nacional, así como el mejor comportamiento en otros indicadores coyunturales.

La formación de diversas generaciones todavía sale a colación entre la multitud de respuestas como una de las palancas que hay que aprovechar. Junto a ello, la necesidad de fomentar un ecosistema óptimo para que ese talento se desarrolle en Cantabria y no tenga que emigrar.

Es una preocupación prioritaria, más aún entre los portavoces de las grandes corporaciones del sector secundario. En muchos casos la principal. El coste energético que soportan muchas industrias en Cantabria, y por extensión todo el país, se consolida como la mayor tribulación para su viabilidad futura. Las llamadas de auxilio ya no son casos aislados.

De la encuesta efectuada igualmente se colige que parte de las dudas sobre el crecimiento económico de 2020 son de naturaleza externa, consolidando la percepción de 2019. De hecho, es evidente que las tensiones comerciales internacionales, el 'Brexit' o la parálisis del automóvil están condicionando ya la coyuntura.

Entre las cuestiones que preocupan a los directivos empieza a colarse la tendencia demográfica. Un envejecimiento poblacional ligado directamente al vaciado territorial y que supone un encarecimiento de los servicios públicos y, peor aún, resta en la competitividad y productividad autonómica.

La inversión pública en infraestructuras vuelve a ser una solicitud prioritaria y que se considera estratégica. Desde mejoras ferroviarias o vinculadas al Puerto, hasta el Polígono de La Pasiega.

Otro de los argumentos capitales. Cantabria necesita más competitividad y parte de ella debe conseguirse a través de la innovación, dentro de las propias empresas como en el fomento de nuevos sectores de actividad.

La capacitación del personal es otra de las obsesiones de los directivos. Se da la paradoja de que los encuestados vuelven a incluir dificultades para hallar personal. Como receta, consolidar el modelo de Formación Profesional.

La idea parte de la propia CEOE-Cepyme, que sugiere la necesidad de que Cantabria se enfoque en captar subvenciones europeas que puedan impulsar cambios relevantes en diversos ámbitos, desde la digitalización empresarial hasta la energía.