El apagón evidencia la necesidad de que las redes de aguas autonómicas sean autosuficientes

El primero en ponerse a trabajar en esa línea ha sido el consejero de Fomento, Roberto Media, que ha encargado a la Dirección General de Aguas y Puertos que elabore un estudio al respecto. Un documento que analice qué inversiones serían necesarias para que las redes de saneamiento y abastecimiento de Cantabria, además de aumentar sus capacidades y penetración en el territorio, sean también más resistentes ante imprevistos de este tipo.

Media puso el ejemplo del recién inaugurado depósito de Meruelo para la conexión del Plan Noja a la Autovía del Agua, que supuso doblar su capacidad en cuanto a volumen. «Tenemos un depósito muy grande que da respuesta a las necesidades si llega agua, pero si fallan los bombeos...», expone el titular de Fomento, que reconoce que si el corte de suministro eléctrico hubiese durado más tiempo sí habría causado problemas de abastecimiento como hubo en otros lugares de la comunidad autónoma por este mismo motivo o por la falta de presión. «Esta situación (en referencia al apagón) también nos enseña que tenemos que replantearlo en muchas cosas», señaló ayer el consejero.

De concretarse estas inversiones para conseguir ser autosuficientes, no solo afectarían a las infraestructuras de la red de saneamiento y abastecimiento de agua, también a la red de depuración de aguas residuales.

La mayoría de los puntos de depuración de Cantabria también se pararon con el apagón, aunque su capacidad de almacenamiento fue suficiente para soportar las cinco horas que duró la incidencia. Incluso la planta de tratamiento de Castro Urdiales, donde los problemas se extendieron hasta casi la madrugada. Eso permitió que no fuera necesario devolver el agua sucia sin limpiar a ríos o al mar, algo que sí ocurrió en otras comunidades autónomas en las que la incidencia eléctrica se prolongó más tiempo.

De hecho, algunos gobiernos regionales han solicitado a la población que eviten el baño en las playas ante el riesgo de contaminación de las aguas procedentes de depuradoras.

«Tenemos que replantearnos lo de los generadores. Igual solo hacen falta una vez en la vida, para si están se pueden utilizar», añadió el consejero, que detalló que algunas plantas sí que tienen sistemas de autoabastecimiento.

La pasada legislatura, el Gobierno de Cantabria ya comenzó un proyecto para la instalación de paneles solares en las depuradoras y estaciones de tratamiento de agua potable con el objetivo de fomentar el ahorro. En concreto, alrededor del 30%. Este plan arrancó por Castro Urdiales y tuvo continuidad en Salces, Colindres y Villaescusa.