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Mientras la obra de la unidad de protonterapia de Valdecilla sigue aparentemente atascada –la máquina está construida desde noviembre, pero las excavadoras aún no han asomado por el recinto hospitalario–, el Consejo de Gobierno aprobó ayer un acuerdo marco para formalizar las derivaciones de pacientes susceptibles de beneficiarse de esta terapia contra el cáncer en clínicas privadas. Ycabe recordar que hay dos en España: Quirón y Universidad de Navarra, ambas situadas en Madrid.
Desde que esta alternativa terapéutica se implantó en la sanidad privada hace tres años, la posibilidad de remitir desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS) –igual que desde el resto de comunidades– a los pacientes que precisaran este tratamiento específico de radioterapia ya existía, siempre y cuando se cumplieran los criterios establecidos desde el Ministerio de Sanidad. Por eso, desde la Consejería matizan que se trata de «una renovación», aunque ahora se abre una licitación para que ese proceso quede regulado, en vista del retraso que acumulan las unidades de protonterapia previstas en la sanidad pública, incluida la del Hospital Valdecilla, que fue la primera que se proyectó en España.
El acuerdo marco para la selección de los proveedores de la protonterapia cuenta con un presupuesto base de 2.100.000 euros y tendrá una vigencia de 24 meses y dos posibles prórrogas de hasta 12 meses cada una de ellas. Según expone el Gobierno en nota de prensa, «en los últimos tres años, desde la Subdirección de Asistencia Sanitaria del SCS, se han tramitado diversas resoluciones de emergencia con el fin de satisfacer las necesidades asistenciales de varios pacientes que, a criterio clínico precisaban del tratamiento de protonterapia, por lo que, con el presente contrato se pretende paliar dicha forma de contratación hasta que el Servicio Cántabro de Salud disponga de dicha técnica».
Para valorar las solicitudes de protonterapia, cada comunidad autónoma tiene una Comisión interdisciplinar, integrada por oncólogos radioterápicos, oncólogos médicos, pediatras, radiofísicos y los profesionales implicados en la atención de estos pacientes. La de Cantabria se creó el 1 de julio de 2022, aunque no fue hasta junio del año pasado que se aprobó su reglamento de funcionamiento. Una vez analizado el caso clínico en el Comité de Tumores, el oncólogo radioterápico, en caso de que se haya considerado indicada la protonterapia, remitirá a la Comisión la solicitud de tratamiento.
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