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El obispo de Santander, Arturo Ros, recibió la noticia del fallecimiento del Papa de camino a Lourdes. Llevaba dos horas de trayecto en el autobús ... número cuatro de los diez que partieron a primera hora de la mañana desde la estación de autobuses de la capital cántabra, cuando un mensaje de WhatsApp adelantó la noticia, que acabó por confirmar la radio del propio autocar. «Todavía estoy un poco desconcertado. Es verdad que sabíamos que estaba delicado, pero ayer le vi impartir su bendición 'Urbi et Orbi' e incluso dar alguna audiencia», señala el obispo de la ciudad, que se muestra «muy triste» por el fallecimiento del «padre de todos».
Tanto Ros como las más de 450 personas que han partido hacia Francia continúan con lo programado, en ningún momento se han planteado cancelar la peregrinación. «El viaje nos permite rezar más y vivirlo con mayor intensidad. Su fallecimiento nos duele, pero la Iglesia tiene que hacer camino y tenemos que continuar», señala el obispo, que no descarta celebrar en Santander una misa especial en honor al Papa a su vuelta de Lourdes. «Primero esperaremos las órdenes de la Santa Sede y luego veremos», señala.
Durante los casi 12 años del Papa Francisco como Pontífice, Bergoglio se alzó como uno de los líderes más influyentes dentro y fuera de la Iglesia. Sus discursos -sencillos y cercanos- y sus gestos tenían una repercusión que iban más allá de los casi 1.400 millones de católicos que hay en el planeta. Y es precisamente esa forma de ser la que Arturo Ros destaca en el día de su fallecimiento. «Ha sido un regalo inmenso para la historia. Hemos tenido suerte de escucharle y de poder caminar con él. Nos deja un legado muy vivo y mucho aprendizaje. Hay tantas cosas que nos deja por escrito...». Como el libro que el obispo de Santander acaba de terminar, precisamente la autobiografía que el Papa Francisco publicó hace unos meses. «La lectura me entusiasmó. Me ayudó a conocer más sus vivencias y cómo era entonces y cómo ha seguido siendo. Un Papa de nuestro tiempo, deseando responder a las necesidades de los más desfavorecidos. Cercano y comprometido con las situaciones más dramáticas».
Arturo Ros tuvo el privilegio de saludar en persona a Jorge Mario Bergoglio en varias ocasiones y «siempre con afecto, admiración y gratitud». Uno de sus últimos encuentros con el Santo Padre fue en noviembre de 2023 cuando acudió a Roma para agreceder su nombramiento como obispo de Santander. Días después viajó de nuevo a Italia para participar en la reunión de carácter extraordinario que Francisco convocó para abordar la situación de los seminarios repartidos por todo el país.
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