Los viajes del Imserso continuarán con normalidad después de dos semanas de dudas

En la región, según los datos facilitados por la Asociación de Hostelería, 16 hoteles trabajan con el Imserso, lo que supone una ocupación en temporada baja de en torno a las cuatro mil plazas hoteleras cada año. «Si se paraliza el concurso mucho tiempo será muy negativo. Este invierno va a haber bastante más gente en el paro, ya que el Imserso permite al empresario mantener contratado al personal todo el año. Si no continúa, hay hoteles que tendrán que cerrar y crecerían los contratos estacionales», exponía el presidente de los hosteleros, Ángel Cuevas, al conocer el proceso judicial que estaba en marcha. Por ello, considera «muy positiva» la rápida resolución del asunto y la continuidad del programa.

El hotel Torresport, de Torrelavega, es uno de los que trabaja con el Imserso en la región. No es el único tipo de turismo con el que opera, «también vienen muchas personas por viajes de negocios». En su caso, no tendrían necesidad de cerrar si este tipo de viajes se cancelara «porque seguirían con el resto». «Pero como empresa, nos compensa seguir colaborando con este programa. Son viajes que se producen en temporada muy baja y hay habitaciones que se quedarían vacías. Es cierto que el precio por noche es muy inferior a la tarifa habitual, en torno a un 50% menos, pero es mejor que no obtener nada», expone el jefe de recepción del Torresport, Jesús Martínez. Reconoce que la subida que se exigía en el recurso, de en torno a «un euro y medio» por persona y noche, sería beneficioso porque «sumando a todos los visitantes y meses que dura el programa» se compensarían algunos gastos como el cáterin, que sí incrementan su precio «año a año».

Es una opinión que también comparten desde las agencias de viajes. «El programa es positivo para nosotros. También para los hoteles y para los clientes. Es cierto que el margen de beneficio es muy pequeño, pero hay destinos de sol y playa que estarían vacíos en temporada baja si no fuera por el Imserso», considera Gema del Valle, empleada de la agencia de viajes Carrefour de El Astillero. «Para que no cierren los hoteles y tengamos un equilibrio, esta es la manera de conseguirlo». Cuando se abren los plazos de reserva en septiembre, explica, «tenemos mucho trabajo» y se forman colas en todas las agencias. Sumando todas «las pequeñas comisiones, de unos 15 euros por persona, ya se llega a un beneficio». Si no fuera por el programa, cree que el trabajo sería mínimo en temporada baja porque no son los meses en los que la gente suele viajar. «Si se mejoran las condiciones, perfecto, pero en general estamos contentos de que exista».

Pero entre los hosteleros también hay voces más críticas. «El cliente del Imserso es complicado. No se da cuenta de que, por la cantidad que paga, hay exigencias que no puede hacer. Es cierto que en invierno hay muy poca ocupación y no se pueden tener los mismos precios que en temporada alta, pero un mínimo para que salga rentable sí. El cliente cree que todo lo que paga se destina al alojamiento, pero no es así. Está el transporte, las excursiones...», se lamenta el gerente de un hotel del litoral cántabro que prefiere mantenerse en el anonimato.