Una boya de origen canadiense aparece varada en Santander

Una boya de color azul, del tamaño de un balón hinchable de playa y perteneciente a una empresa canadiense especializada en equipos de monitoreo y transmisión de datos apareció varada el sábado por la noche en la playa Bikini, en Santander. Nadie sabe dónde comenzó su deriva, pero por la cantidad de moluscos que, a modo de rémoras, llevaba adheridos al cable de la parte inferior, hace mucho tiempo que esta boya deambula por la mar a merced de las corrientes.

De haberse soltado frente a las costas donde se halla la empresa, en la ciudad canadiense de Dartmouth, en Nueva Escocia, habría recorrido unos 4.900 kilómetros (2.900 millas). Pero la firma Metocean se dedica a fabricar, entre otros, equipos de monitoreo ambiental y de exploración científica y lo mismo podía estar señalando corrientes marinas en mitad del Atlántico, que derivas de plataformas de hielo en Groenlandia o derrames de petróleo frente a la costa canadiense. En cualquier caso, todo parece indicar que ha cubierto un largo viaje.

Una dotación de los bomberos de Santander acudió hasta el arenal de la bahía santanderina a requerimiento de la Policía Local tras detectar la boya en Bikini; la recogieron y la llevaron hasta su base de Ojaiz, donde la tienen custodiada. Dado que en la boya aparece una placa con los datos y la dirección de contacto de la empresa, hoy darán cuenta de su hallazgo a los canadienses. Quizá entonces se sepa desde dónde viene o a qué trabajo estaba asignada.