La búsqueda de dos perros y un gato a nueve metros bajo tierra

Sucedió en La Cavada. Según las publicaciones en redes sociales del 112, los animales acabaron en una fosa natural. Cuando los bomberos llegaron a la zona, la excavadora ya estaba trabajando. Se abrieron dos huecos de cinco metros «dejando al descubierto un orificio». «Con una cámara facilitada por Ecotal -prosiguen con la historia- se comprueba que los animales están con vida a unos cuatro metros de la boca. Por la inestabilidad del terreno y la posibilidad de desprendimientos, se decide que un bombero asegurado al cazo de la pala intente el rescate sin adentrarse en la sima».

Pero no resultó. Los intentos fueron fallidos. Lo que dicieron entonces fue movilizar al equipo de rescatadores del Gobierno de Cantabria. Así que unos y otros, bomberos y rescatadores, se pusieron manos a la obra para montar «una instalación de seguridad» que permitiera a «uno de los técnicos de Protección Civil» meterse en la cavidad de manera segura. Y sí, ahora sí. Final feliz, por lo menos para los dos perros y a la espera de que el gato (al que no fue posible coger) saliera por sus medios. «Se saca a los perros y, ante la imposibilidad de llegar hasta el gato, se coloca una una escalera en la obertura para facilitar la salida del animal por sus propios medios. Los efectivos dejan balizada la zona y cubierto el hueco de entrada con un palet para evitar riesgos», concluye el 112.