Cantabria se propone generar en 2030 un 15% menos de residuos que en 2010

Llamado a ser «el vehículo que guíe durante los próximos años a Cantabria hacia una economía más verde y más sostenible, como piden las autoridades europeas», el documento ha sido presentado por el consejero de Medio Ambiente, Roberto Media, que ha comparecido en rueda de prensa acompañado por el director general de ese área, Alberto Quijano, y otros altos cargos de su departamento para dar cuenta de su contenido.

Antes, Media ha querido recordar que la economía circular implica «reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales ya existentes cuantas veces que sea posible para crear un valor añadido», de manera que apostar por ella «no es solamente un ejercicio de responsabilidad política, es también una oportunidad estratégica para la mayoría de los sectores productivos de una región».

El documento, ha explicado el consejero, «cuenta con diez capítulos en los que se describe el marco de la estrategia en el entorno europeo, nacional y regional, el diagnóstico de la situación socioeconómica de Cantabria o la metodología que se va a utilizar». Igualmente se incluyen «los objetivos estratégicos, los ejes de actuación, los ecosistemas de actuación prioritaria y las metas de transición, así como el modelo de gobernanza y seguimiento y el diseño de los indicadores», ha añadido.

La Estrategia de Bioeconomía y Economía Circular de Cantabria recoge seis ecosistemas de actuación considerados prioritarios; «sector primario, industria, residuos, turismo, construcción y administraciones públicas», ha enumerado Roberto Media, que ha especificado que para cada uno de ellos se han establecido metas muy concretas de transición a la economía circular que se tienen que alcanzar.

En el apartado del sector primario «nos proponemos reducir en un 50% el uso de plaguicidas químicos y en un 25% el uso de fertilizantes en el año 2030»; en el ámbito de la industria, «reducir un 20% las pérdidas de alimentos en las cadenas de alimentación»; en el área de residuos, «mejorar la recogida de los residuos separados en los hogares o reducir las emisiones de CO2 o los residuos plásticos»; en el segmento de la construcción, «conseguir que el 70% de los residuos no peligrosos se destinen a la reutilización»; en el plano del turismo, «impulsar actividades de agroturismo e implementar un 20% el uso de energías renovables», y en cuanto a las administraciones públicas, «garantizar el seguimiento de la estrategia», entre otras cosas.

Para obtener todos estos frutos «se llevarán a cabo 70 acciones que serán financiadas a través de fondos europeos y los Presupuestos de Cantabria y las entidades privadas colaboradoras, en dos horizontes temporales», ha informado el consejero, que ha precisado que en el primero de ellos, que va de hoy a 2030, «debemos ser capaces de conseguir varios objetivos ambiciosos». Por ejemplo, «reducir la generación de residuos un 15% con respecto a los que se emitían en 2012; reducir un 50% la generación de residuos de alimentos en la cadena alimentaria, garantizar que todos los envases sean reutilizables, reducir un 55% las emisiones netas de gases de efecto invernadero en comparación con las que se emitían en 1990 y mejorar un 10% la eficiencia en el uso de agua». En el segundo, que se alarga hasta el año 2050, «tendremos que haber conseguido una economía completamente circular», ha precisado Media, que ha subrayado que se trata de «un documento muy global con un marco temporal de varias décadas y que va a obligar a hacer inversiones millonarias para llegar a ese cambio de modelo productivo».

Inversiones

Echando mano de fondos europeos, y de los propios del Gobierno a través de los presupuestos, «esperamos poder invertir en esta estrategia 387 millones de euros hasta el año 2050», ha calculado el consejero, para quien es indudable que este plan de acción «generará un gran impacto económico muy positivo en la economía de Cantabria».

Durante el primer periodo (2025/2030) «se plantea una inversión de 197 millones de euros y gracias a los efectos multiplicadores de la economía en todos los sectores calculamos que se traducirá en un incremento de producción total de 796 millones». Partiendo de estos datos, «se puede concluir que el impacto en la economía cántabra será de 11.747 nuevos puestos de trabajo y un aumento de un 40% en la producción de los sectores económicos vinculados a esta estrategia», ha dicho.

Pero además de mucho dinero, el cumplimiento de todos estos objetivos va a requerir de «una coordinación entre todas las instituciones públicas», ha añadido el consejero de Medio Ambiente. «De ahí que se haya partido de órganos ya existentes, como el Consejo Asesor del Cambio Climático, dentro del cual se van a crear dos observatorios más operativos; uno de economía circular y otro de cambio climático». Ambos trabajarán bajo la Dirección General de Medio Ambiente, «en la que se creará una unidad de coordinación de estrategias y un responsable específico de la estrategia de bioeconomía y economía circular».

De no torcerse estos planes, que están muy bien en un papel, pro hacen dudar a plazos largos, «estoy seguro de que esta estrategia va a suponer un hito en la transición verde de Cantabria y sobre todo una extraordinaria oportunidad de crecimiento económico para la región», ha concluido el consejero.