Cantabria cierra el ocio nocturno a partir de mañana y no descarta «escalar» otras medidas

Estas son algunas de las medidas incluidas en la resolución que ayer noche publicó el Boletín Oficial de Cantabria, tras el acuerdo adoptado en el último Consejo Interterritorial, para atajar la pandemia de coronavirus en la región. Asimismo, para detener el avance de la enfermedad, las nuevas normas limitan los grupos a un máximo de diez personas, excepto en el caso de personas convivientes, y los eventos multitudinarios.

Tras la publicación, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, volvió a advertir de que el número de contagios por coronavirus se mantiene en aumento, con una incidencia que ha alcanzado «un rango crítico», lo que ha obligado a Cantabria y al resto de autonomías a coordinar con el Ministerio de Sanidad una serie de medidas de control de la pandemia que se plasman en la nueva resolución autonómica, una serie de normas con las que se quiere evitar imponer en el futuro restricciones de mayor impacto sobre la movilidad de las personas.

Rodríguez recomendó a la población que, en la medida de lo posible, evite celebraciones y eventos sociales, y confió en que estas medidas tengan influencia en la evolución de la pandemia. «De no ser así se tendrán que 'escalar' otras medidas para tratar por todos los medios de contener la expansión de la epidemia», señaló.

Tal y como refleja la resolución, el Gobierno de Cantabria ha decidido suspender la apertura al público de las discotecas y salas de fiestas, bares especiales, pubs y whiskerías. En el resto de establecimientos hosteleros se debe garantizar la distancia interpersonal mínima de 1,5 metros en los servicios de barra y mantener esta misma distancia entre mesas y agrupaciones. Asimismo, se limita el horario de cierre de todos los restaurantes y bares de Cantabria a la una de la madrugada y no se podrán aceptar nuevos clientes a partir de la medianoche.

Otra de las medidas establecidas es la prohibición de fumar en la calle siempre que no se pueda garantizar la distancia de seguridad de dos metros. Esta distancia se incrementará a cuatro en el caso de fumar en la proximidad de niños, mayores de 65 años, personas con discapacidad y cualquier población vulnerable al virus. También se prohíbe hacerlo en las playas y, en el caso de las terrazas de hostelería que lo permitan, tendrán que reducir el aforo a la mitad, mientras que en las de los establecimientos libres de humo el aforo será del cien por cien.

A la hora de la organización de grandes eventos y actividades multitudinarias, será obligatorio evaluar el riesgo y contar con la correspondiente autorización de la comunidad autónoma. Tampoco se permite la realización de actividades en las playas o parques en horario nocturno y se deja sin efecto la resolución anterior que autorizaba la celebración de fiestas, verbenas y otros eventos populares en la comunidad.

Por otro lado, la resolución autonómica suprime la limitación del aforo en las cabinas de los teleféricos, con el objeto de homogeneizar su uso al resto de medios de transporte, considerando que en todo caso se trata de breves periodos de tiempo.

Igualmente, se ha aprovechado esta modificación de la resolución original de 18 de junio para clarificar el cálculo de los aforos previstos en determinados centros de formación. La ocupación máxima del espacio por aula será de 2,25 metros cuadrados por alumno y profesorado, respetando las medidas de higiene y el uso de mascarilla.

Si el mismo viernes, tras conocerse la decisión del Ministerio, los hosteleros de Cantabria ya criticaban el cierre del ocio octurno, ayer anunciaron su intención de presentar una demanda contra la misma.

«El lunes a primera hora comenzaremos las reuniones con los abogados, tanto a nivel nacional como regional, para tomar medidas -adelantó su presidente, Ángel Cuevas-. Nuestra intención es recopilar datos y dar leña, meter otra demanda; ya veremos en qué términos. Lo que no vamos a hacer es quedarnos de brazos cruzados».

Cuevas insistió en la injusticia de una medida que castiga a su sector, al que las Administraciones parecen considerar, a su juicio, culpable exclusivo de la situación sanitaria. «Salvo error, no hay ninguna evidencia científica que diga que el ocio nocturno ayude a propagar el virus, pero queremos tener datos bien argumentados para empezar con las nuevas acciones».

«Esta medida no nos gusta nada, pero una vez llegue aquí debe ir aparejada de una serie de condiciones: la primera, que no exista ni botellón ni fiestas privadas; la segunda, que vaya acompañada de medidas económicas compensatorias. Si tengo un negocio así no es suficiente que me digas que haga un ERTE entre el personal. ¿Qué hago con el alquiler? ¿Y con la hipoteca del banco? ¿Y los gastos generales de IBI, agua, luz...? Cortar la cuota de los empleados no es suficiente», criticó.

El presidente de los hosteleros cántabros insistió en la implicación del gremio en la lucha contra el coronavirus desde el comienzo de la pandemia. «Un día antes de que el Gobierno regional y el nacional decretaran el estado de alarma, nosotros ya recomendamos cerrar los negocios. Entonces no se sabía ni para dónde había que correr, había un contagio gigante y ninguna normativa. A día de hoy hay mucho más conocimiento, y habrá que cumplir unas medidas de seguridad, de aforo, y todo lo que sea necesario. Fuimos los primeros en dar un paso en su día, y seguimos diciendo que hay que cumplir las normas. Pero si las cumplo, déjenme trabajar».