Cantabria, una de las regiones donde más han aumentado los nacimientos en 2022
Según el demógrafo Rafael Puyol, se trata de «un espejismo» que no modifica la tendencia de caída de la natalidad, que acentuó la pandemia
j. a.
Santander
Domingo, 28 de agosto 2022, 07:46
Cantabria ha sido una de las comunidades que ha registrado mayor aumento de nacimientos durante la primera mitad del año, un 0,97% más que ... en 2021, lo que la coloca en la quinta posición, por detrás de Asturias (7,56%), Madrid (5,07%), Comunidad Valenciana (2,76%) y Cataluña (1,57%). Traducido a cifras concretas, esto significa que de enero a junio de 2022 nacieron 1.580 niños en la región, quince más que en 2021, cuando fueron 1.565. Sin embargo, es difícil adivinar cuál será la diferencia entre el número total de nacimientos de uno y otro año, teniendo en cuenta que en junio de 2022 nacieron 269 niños, ocho menos que en 2021.
Atendiendo a la edad de las madres, la horquilla con más nacimientos durante el primer semestre del año fue la de 30 a 34 años, con 556, seguida por las de 35 a 39 (522), y de 25 a 29 (205).
En opinión de Rafael Puyol, catedrático de Geografía Humana, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), y uno de los mayores expertos en demografía del país, este dato, que califica de «espejismo», resulta poco revelador, ya que, por un lado, ese incremento en el número de nacidos «es muy pequeño para marcar tendencia», y, por otro, la comparación debería establecerse respecto a 2019, antes de la irrupción de la pandemia.
¿Cómo ha afectado el covid a la natalidad? Puyol, que ya advirtió en su día que la crisis del covid determinaría otra económica, subraya que una coyuntura así es «muy mala para que la natalidad aumente». Además, «de acuerdo a estudios realizados en Italia entre mujeres en edad de procrear durante la pandemia, estas consideraban que no era un buen momento para quedarse embarazadas ante la incertidumbre de lo que podría suceder si contraían el covid». La combinación de los dos factores tuvo como consecuencia «un aplazamiento de nacimientos en el año 2020 y una caída en su número general».
La horquilla con más nacimientos durante el primer semestre del año fue la de 30 a 34 años
por edades
«En 2021 se recuperó un poco respecto al año anterior, pero siguió cayendo en comparación con 2019. En 2022, comparándolo con 2019, observamos que sigue cayendo, lo que pone de manifiesto que la tendencia sigue siendo a la baja».
Rafael Puyol estima que esa tendencia se mantendrá hasta 2027. ¿Por qué hasta entonces? «Ahora están en edad de contraer matrimonio y tener hijos las generaciones de una etapa de muy baja natalidad: como han disminuido mucho las mujeres en edad de procrear, el número de hijos también sigue disminuyendo. A partir de 2027 alcanzan esa edad las mujeres que nacieron en una etapa de recuperación de la natalidad, entre 1998 y 2008, por lo que hay más madres potenciales. En cualquier caso, es posible que entonces se pueda recuperar un poco la natalidad, pero no será una recuperación significativa ni resolverá los problemas demográficos de las comunidades, especialmente las del norte».
Puyol es uno de los integrantes de Foramontanos Siglo XXI, una asociación y foro de debate que tiene por objetivo impulsar el desarrollo de Cantabria ofreciendo ideas y proponiendo alternativas y soluciones a sus problemas, y la evolución demográfica es uno de ellos.
Crisis demográfica
«La situación de Cantabria es muy parecida a la española en su conjunto, con algunas variables peores: disminuye la natalidad, aumenta la mortalidad y cada vez hay una diferencia mayor entre ambas –en 2021, -2.768–. La inmigración, tanto nacional como internacional, es positiva, pero las cifras de presencia de inmigrantes son tímidas, más bajas que la media española. Mientras, el envejecimiento demográfico es mayor que en la media del país, que ya de por sí es alto: si en España alcanza el 19%, en Cantabria es del 22%».
La situación «es mala para que la natalidad aumente» y seguirá a la baja «hasta 2027», estima Puyol
coyuntura actual
Corregir todo esto no es sencillo. «Sería preciso definir una política de ayuda familiar que permitiese que creciesen los nacimientos, combinadas con otras que impidan que se vaya el talento de la región, recuperando el que se fue. Sobre el tema del envejecimiento, se debería incentivar el trabajo de los séniors, que abandonan pronto el mercado laboral, y desarrollar iniciativas para que esa población viva en condiciones razonables. Por último, convendría establecer medidas para que el interior de Cantabria no se siga despoblando, mediante la creación de focos con servicios que pudieran ser usados por la población de las áreas rurales».
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