Quién es quién en el centro de coordinación contra las llamas
Los integrantes del Cecop se reunieron por primera vez el día 16 y tomaron las decisiones sobre la gestión de la emergencia hasta que se desactivó el día 21
Cantabria tenía bien engrasado el mecanismo. A finales de abril, con motivo del gran apagón que dejó sin luz a toda España y generó el ... caos en todo el país, el Gobierno regional había convocado por última vez al Centro de Coordinación Operativa (Cecop), el organismo de cooperación entre administraciones en el que se analiza las situaciones de emergencia y se debaten las medidas a tomar por el mando único, que recae en la Administración regional salvo que esta ceda el control al Estado o que este se haga cargo de la situación al entender que un territorio ha perdido el control. El pasado 16 de agosto, alrededor de la mesa de reuniones de la sede del 112 se tuvieron que volver a sentar todos los integrantes del Cecop. Esta vez, para coordinar la respuesta a los incendios. Primero para colaborar en la extinción de las llamas con las provincias limítrofes y, después, para evitar que la propagación del fuego por el empeoramiento de las condiciones meteorológicas provocara estragos en Cantabria.
Antes de reunir al Cecop, la Consejería de Presidencia activó ya el 14 de agosto el Plan Territorial de Emergencias de Cantabria (Platercant) en el nivel de preemergencia. Para ese momento, la comunidad autónoma ya estaba preparando el envío de medios humanos para combatir en Sanabria (Zamora), pero los fuegos al otro lado de la frontera autonómica por Liébana todavía no preocupaban.
Dos días después, el 16 de agosto, esos incendios ya sí eran un riesgo cercano para Cantabria. El Cecop comenzó a funcionar y se tomaron algunas decisiones. Por ejemplo, elevar el Platercant a situación 1, lanzar la recomendación de no realizar deporte en la comarca o enviar a los móviles conectados a las antenas del entorno de Liébana, a través del sistema S-Alert, un mensaje pidiendo el cese de la actividad en la zona de Picos de Europa, mientras se incrementaba el envío de medios humanos a la vertiente leonesa de San Glorio para tratar de frenar el avance del fuego.
¿Quiénes estaban en ese Cecop? Pues algunas personas menos que en el que se convocó por el apagón de abril, porque ese órgano se adapta a las necesidades de cada tipo de emergencia. Por ejemplo, esta vez no estaban los consejeros de Fomento e Industria porque la situación no lo requería. Aunque la presidenta Buruaga tiene asiento permanente en este órgano, tampoco participó en esta ocasión.
El 17 de agosto, la emergencia subió a nivel 2 y al Cecop se sumaron los ayuntamientos afectados, Cruz Roja y también la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Parecía razonable. Como también lo era crear un Puesto de Mando Avanzado en Vega de Liébana ante el cambio radical –a peor–de las condiciones del tiempo. El fuego se pudo controlar, pero el nivel 2 de emergencia siguió hasta el día 19. El día 20, bajó a nivel 1, aunque se mantuvo el Cecop activo. Y ya el 21 de agosto se desconvocó al concluir por fin la desescalada.
Los integrantes del centro de coordinación contra las llamas
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1
Laura Casuso, jefa de Servicio de la Dirección General de Seguridad
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2
Isabel Urrutia, consejera de Presidencia
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3
Javier Odriozola, rescatador del Gobierno de Cantabria
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4
David Peinado, coordinador de Emergencias de Cruz Roja en Cantabria
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5
Santiago García, secretario general de la Delegación del Gobierno
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6
Antonio Orantes, coronel jefe de la Guardia Civil en Cantabria
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7
Julio Postigo, coronel jefe de Operaciónes de la Guardia Civil de Cantabria
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8
Miguel Ángel Rodríguez, capitán de la Guardia Civil de Tráfico
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9
Sergio Fernández, delegado territorial de la Aemet en Cantabria
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10
Samuel Ruiz, director del Servicio de Emergencias de Cantabria (Semca)
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11
Ángel Serdio, director general de Montes
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12
Ana Carral, responsable de comunicación del 112
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13
José María Ríos, subdirector general de Seguridad y Protección Ciudadana
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