Las conductas suicidas crecen en Cantabria y suponen tres visitas diarias a Valdecilla
El programa CARS ha atendido 81 personas a lo largo de 2025, aunque su responsable, Ana Isabel de Santiago, reivindica una «mayor prevención»
Prevención. Es la palabra más repetida por Ana Isabel de Santiago, jefa de sección de Psiquiatría del hospital Valdecilla y responsable del programa de monitorización ... CARS, en el Día Internacional para la Prevención del Suicidio: «No es un asunto sanitario, es un asunto global. Es un fenómeno muy complejo que tiene que tener respuesta desde todos los puntos».
Desde que en el año 2016, el servicio de Psiquiatría de Valdecilla puso en marcha el programa de consultas de alta resolución para el manejo de la conducta suicida y prevención del suicidio (CARS), hasta ahora, este plan para el control de pacientes ha permitido atender a 925 personas (81 este año) -datos oficiales hasta el 31 de agosto de 2025- y ha ayudado a «disminuir las personas con riesgo que ingresan» porque antes era un hecho habitual antes de que existiera este servicio.
El aumento de consultas por ideación de suicidio entre los jóvenes es cada vez mayor en Valdecilla
El plan de prevención del suicidio en Cantabria persigue la implicación de todos los estamentos
A falta de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ratifique -a final de año- de forma oficial las defunciones registradas el pasado año por suicidio en España (3.846 fallecimientos). De Santiago ve un «cambio de tendencia», ya que supone un 6,6% menos que en 2023. «Esperemos que las cifras positivas lleguen también a Cantabria cuando se desgranen por comunidades. La parte negativa que notamos es el incremento de consultas en el hospital, el año pasado hablábamos de que entre 2 y 3 personas acudían de forma diaria a Valdecilla con conductas suicidas, ahora es una circunstancia que afecta a entre 3 y 4 personas».
Una de las preocupaciones que hacen frente desde Valdecilla es el incremento de consultas por ideación de suicidio entre los jóvenes. «Lo que vemos cada vez es que las personas que consultan por conductas suicidas no tienen una enfermedad mental. Son dificultades de la vida que han ido surgiendo», explica la jefa de sección de Psiquiatría. De Santiago tiene claro la importancia de pedir ayuda a las personas más cercanas. «Hablar del suicidio con la persona que tiene riesgo, lejos de inducirle al suicidio, le va a aliviar, porque puede hablar de algo y cuando uno lo verbaliza, no es ese mundo interno que está creciendo que no puede compartir. Compartir y hablar de ello con personas humanas, no con Instagram, es el primer paso».
Más intervención individual
El objetivo que persigue el programa CARS es que «la persona pueda seguir con su vida». Para ello se ha llevado a cabo una apuesta por las intervenciones individuales, antes se realizaban en grupos. «Por el perfil de los pacientes y por la demanda que está habiendo, hemos minimizado las intervenciones grupales», confiesa de Santiago.
Además se mantiene el seguimiento a través del funcionamiento de la aplicación móvil, en la que cada tarde el paciente debe someterse a una serie de preguntas sobre su estado. A través de las respuestas, que se guardan en un repositorio, la propia aplicación califica «un nivel de riesgo» para determinar la situación en la que se encuentra.
Una de las herramientas de protección que cobra mucha relevancia en los tres meses que suele durar la estancia en el programa es el 'Plan de Seguridad Personal'. Una libreta que hace de cuaderno de trabajo para los pacientes y en los que afrontan siete capítulos -o piezas- porque «las personas que han hecho una tentativa se sientan fatal, pero hay que aceptarse, saber lo que puedo cambiar y no machacarse». Al superar cada bloque se entrega una pieza, con la peculiaridad de que la séptima tiene forma angular: «El yo, sobre lo que se monta».
Prevención en Cantabria
Después de que este mismo año el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobase el Plan de acción para la prevención del suicidio 2025-2027, para de Santiago supone una «buena noticia» y un punto de partida para establecer las líneas a trabajar para que las comunidades autónomas trabajen en su propio plan.
«Estamos trabajando en el plan de prevención del suicidio en Cantabria, con un claro objetivo, que sea intersectorial y que salpique a todos los estamentos», valora. «Hace falta una prevención universal y también en grupos de riesgo. Y muy importante, no olvidarnos de la postvención, los familiares pueden llegar a ser personas de riesgo».
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