Los conserjes de los centros educativos públicos irán a la huelga el 20 de marzo

Los conserjes de los centros educativos públicos de Cantabria irán a la huelga el próximo 20 de marzo en protesta en protesta por la «precariedad salarial» que sufren –apenas 900 euros netos al mes– y en defensa de un sueldo «digno» después de 20 años de bajadas salariales y congelaciones retributivas. A la misma están convocados los subalternos de los institutos de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, de las escuelas de Idiomas y de Adultos, de los Conservatorios de Música y de los Centros de Profesores, todos ellos dependientes del Gobierno regional. En total, alrededor de 200 trabajadores.

Así lo ha decidido el colectivo tras reunirse en asamblea, en la que también rechazaron por unanimidad la propuesta planteada por la Consejería de Educación para intentar resolver el conflicto. El departamento dirigido por Francisco Fernández Mañanes ofreció jornada prolongada para los subalternos de los institutos donde no se presta este servicio por las tardes. Es decir, una consignación económica extra a cambio de una ampliación de jornada únicamente para los empleados con horario de un solo turno que han de trabajar hasta 15 tardes. Este complemento, que no se abonaría antes del mes de mayo, sólo beneficiaría a la cuarta parte del colectivo. Para el resto, Educación no propuso nada. En respuesta, los conserjes reclamaron la extensión de este complemento no retributivo este mismo año a todos los que desempeñan sus tareas en el ámbito educativo. Una 'concesión' en sus exigencias iniciales, porque consideran que la 'especial dedicación' «es un complemento más adecuado para el reconocimiento de las especiales características, tanto funcionales como horarias, de nuestro puesto de trabajo». La segunda reivindicación que solicitan es el complemento singular de puesto.

«La precariedad salarial que soportamos se ve agravada por la total disponibilidad a la que nos condenan unos insoportables horarios especiales que la Consejería nos impone. Es la fórmula abusiva que ha encontrado para prolongar nuestra jornada o para cambiarnos de turno sin abonarnos, a cambio, ni un solo euro. Esta circunstancia dificulta nuestra conciliación laboral y familiar. Es una situación además que sólo se produce en Educación. Los compañeros subalternos que prestan sus servicios en otros departamentos del Gobierno de Cantabria gozan del reconocimiento de alguno o de varios complementos no estructurales previstos en el convenio colectivo, lo que implica que cobren una media de 300 euros más que nosotros. Estamos claramente discriminados. Nos sobran motivos para movilizarnos», explica Alberto García, uno de los afectados, en nombre de todos sus compañeros.

Los conserjes aseguran que la decisión de ir a la huelga «no ha sido fácil», pero que no les han dejado «otra opción». «Llevamos advirtiendo a la Consejería desde junio de 2018 que nuestra situación es insoportable, que de no atenderse nuestras justas demandas caminábamos hacia un conflicto seguro. No nos han tomado en serio. Llevan veinte años, desde la asunción de las competencias educativas por el Gobierno de Cantabria, sin reconocer ninguna mejora económica que no hayan sido las pequeñas subidas porcentuales que iba marcando el Ejecutivo central y que, dado nuestro bajo sueldo, apenas notaban nuestras nóminas. Además, en la última década hemos sufrido dos bajadas salariales y seis congelaciones retributivas. No aguantamos más. Se está cometiendo una injusticia enorme con nuestro colectivo. No podemos soportar este ninguneo. Exigimos respeto y reconocimiento a nuestra labor profesional. Honestamente pensamos que sin nuestro trabajo el funcionamiento de los centros educativos resultaría imposible», subrayan.

Los subalternos no dirigen sólo sus críticas al consejero de Educación, también las trasladan al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. «El pasado 1 de febrero, en el transcurso de la concentración que llevamos a cabo delante del Parlamento, le entregamos en mano una carta en la que le informábamos sobre la precariedad salarial de nuestro colectivo. También le solicitábamos una entrevista. Desde aquella fecha nada sabemos de su actuación concreta para solventar este problema. A pesar de que le hemos reenviado la carta, sigue sin concedernos el encuentro solicitado. Los conserjes de Educación dependemos del Gobierno de Cantabria y por lo tanto nuestro presidente es el responsable último de los penosos sueldos que percibimos por el desempeño de nuestro trabajo», reprochan. «Con voluntad política nuestras modestas reivindicaciones económicas pueden satisfacerse», aseguran como conclusión.