Menos dulces, más fruta y deporte en las aulas cántabras
'Cantabria es Salud' cambia los hábitos de los centros educativos con iniciativas como desayunos saludables, huertos o patios activos
Llevar golosinas al colegio en un cumpleaños ya no es una opción. Tampoco las chocolatinas como almuerzo, ni la bollería para merendar. Los centros educativos ... de Cantabria serán más saludables a partir de este nuevo curso escolar. Por lo menos, así se lo ha propuesto la Consejería de Educación con la implantación del plan 'Cantabria es Salud'. Una iniciativa financiada por el Gobierno de España que busca promover los buenos hábitos en los centros educativos a través de siete áreas: el bienestar emocional, el movimiento y movilidad, la alimentación saludable, la seguridad e higiene, el entorno y su biodiversidad, la comunicación y la educación sobre la ciudadanía mundial.
Pero, ¿cómo afectará en el día a día? Las medidas que recoge el proyecto dependen de cada centro. Hay quienes optan por suministrar desayunos saludables a los más pequeños, otros que establecen un calendario con los almuerzos que deben llevar a la escuela –un día fruta, otro lácteos, por ejemplo–. También organizan jornadas deportivas, como mini olimpiadas o el día sobre ruedas. Incluso, los hay que han creado su propio huerto, donde cada clase tiene una jardinera de la que hacerse cargo. Y es que, aunque algunos colegios e institutos llevan años implementando varias de estas medidas, a partir de este curso 2025/26 serán imprescindibles en cada escuela y estarán coordinadas por el Ejecutivo regional. Lo que conllevará un seguimiento. El objetivo del plan es iniciar a los centros, para después contar con un proyecto integral más saludable y así, convertirse en Escuelas Promotoras de la Salud y formar parte de las redes regional y estatal.
«Es como un sello de bienestar», explica Norberto García, director del IES Montesclaros de Reinosa, uno de los institutos veteranos en la implantación de estas actuaciones, y presidente de la comisión permanente de institutos. En definitiva, supone coordinar y registrar todas las actuaciones que se vienen dando en varios centros educativos desde hace años. Como confiesa María José Rioseco, directora del CEIP Aguanaz de Entrambasaguas y presidenta de la comisión permanente de colegios, «se trata de darle forma y entidad a aquellas actividades que ya realizamos en los centros diariamente para sistematizarlas e incluirlas en las rutinas diarias, y además difundirlas entre las familias para darles continuidad en sus entornos familiares y sociales». Un trabajo conjunto para coordinar la educación en salud en el colegio y en casa. Para ello, son los centros los que deciden qué iniciativas se van a llevar a cabo y lo hacen en base al análisis previo de las situaciones de cada grupo. Por ejemplo, como recoge el modelo –ficticio– del plan de la Consejería, se parte de una situación concreta: «Un 30% de los alumnos no tiene el hábito de lavado de manos». A partir de ahí, el proyecto establece pautas y acciones para que los estudiantes interioricen la importancia de la higiene y lo lleven a todos los ámbitos de su vida. «Nos centraremos en reparar en las prácticas saludables en el día a día del alumnado», plantea Rioseco.
Diferentes iniciativas
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Bienestar emocional. Se implementarán técnicas para resolver conflictos cotidianos en el aula, como las asambleas emocionales. Y se organizarán jornadas de convivencia con las familias.
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Movimiento. En el día sobre ruedas, los estudiantes deberán ir al centro y utilizar en el patio bicicletas, patinetes, etc. Habrá recreos dirigidos, con actividades deportivas para todos los alumnos.
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Alimentación. No estarán permitidos el chocolate o las golosinas en los cumpleaños. Los almuerzos serán coordinados con opciones saludables y calendarizadas a lo largo de los días de la semana.
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Seguridad e higiene. Se educará en primeros auxilios. Y formación en seguridad vial.
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Entorno y biodiversidad. Hay quienes optaron por crear su propio huerto en el centro.
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Comunicación. Se informará sobre las consecuencias y el uso de las redes sociales.
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Ciudadanía mundial. Con acciones inmersivas que den a conocer la diversidad cultural.
Si hablamos de un centro con experiencia en la implantación de hábitos saludables en Cantabria, el IES Montesclaros es uno de los que se lleva la palma. «Somos un centro pionero en la región», más que por los años –que también–, «por la transversalidad de nuestras iniciativas». El instituto campurriano comenzó hace doce años en la aventura de los centros saludables. «Tenemos varios reconocimientos, tanto del Ministerio de Educación como a nivel europeo», destaca su director, para quien el secreto está en «la variedad de ámbitos y de personas implicadas». Conseguir un centro más saludable «no es desayunar una manzana y hacer deporte», sino que requiere del esfuerzo del personal –docente y no docente–, los alumnos y las familias. «Por ejemplo, damos un premio a la persona que más utilice la bicicleta en el curso y, el año pasado, no fue ni un alumno ni un profesor, sino la conserje del centro», señala García. «Somos un equipo y trabajamos en direcciones que van más allá de las aulas». Llegan, incluso, a las máquinas expendedoras: «El instituto es cero azúcar y todas las opciones son verdes».
Las frases
Director del IES Montesclaros
Norberto García
«Ser un centro saludable no es desayunar una manzana y hacer deporte, sino que requiere del esfuerzo colectivo para que la salud sea en todos los ámbitos»
Directora del CEIP Aguanaz
María José Rioseco
«Se trata de dar forma y entidad a las actividades que ya realizamos a diario para sistematizarlas en la rutina del centro y también en la familiar»
Implicación
Cuando la iniciativa está tan asentada como en el instituto de Reinosa, «alumnos y familias adquieren hábitos que se normalizan». Sin embargo, en centros donde las acciones son más recientes, puede ser más complicado. Para Rioseco es imprescindible «dar a conocer el fondo de las iniciativas» y García coincide, «que no sean acciones puntuales, sino un constante en el tipo de trabajo en la escuela».
La implicación también es muy importante: «A cualquier ruta en bicicleta o reparto de comida vienen las familias, al principio eran menos, pero viendo que las iniciativas funcionan se han ido animando con el paso de los años». Puede ser la clave, «que todos colaboremos a todos los niveles; desde el departamento de Educación Física hasta las familias, pasando por todas las materias y todo el personal de cada centro educativo».
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