La enfermedad hemorrágica deja de ser una pesadilla para los ganaderos
La Consejería, que el año pasado contabilizaba 1.716 infecciones y 232 fallecimientos a estas mismas alturas, no ha notificado ningún caso positivo en Cantabria
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) ha dejado de ser una pesadilla para los ganaderos de Cantabria. Su llegada a la región hace tres años procedente ... del sur del país trajo consigo un reguero de afecciones y muertes que, durante momentos, sobre todo al principio, puso en jaque la viabilidad de algunas explotaciones. Sin embargo, ahora parece que está controlado, si se observan las buenas cifras actuales. La Consejería de Ganadería no ha recibido ningún caso positivo en lo que va de campaña -solía empezar a mediados del verano-. Y como muestra, un botón: el año pasado a estas mismas alturas, la EHE se había expandido por prácticamente toda la geografía cántabra -las trece comarcas agrarias en las que está dividida-. El mosquito que la transmite infectó en los primeros 42 días -el brote se decretó el 19 de agosto- a 1.716 cabezas de ganado y había matado a 232 de ellas. Una media de casi seis animales fallecidos al día.
Desde la Consejería que dirige María Jesús Susinos consideran que el éxito ha radicado tanto en la respuesta de los ganaderos como en la vacunación impulsada por su departamento. De hecho, a comienzos de julio iniciaron una campaña de concienciación para que los profesionales no descuidasen las tareas de prevención. La temprana llegada del calor del estío tras una primavera húmeda puso en alerta a la Consejería ante el previsible adelanto de la llegada de la picadura de los mosquitos. «La clave está en la inmunidad generada de dos maneras: de forma natural en los animales que han superado la enfermedad, que generan defensas, y gracias a las vacunas que complementan esas protección», explicó recientemente Susinos.
Desde su llegada a la región en 2023, la EHE se ha llevado por delante la vida de 3.015 vacas y ha infectado a 11.302
El descenso del número de los casos ha sido espectaular. De 1.716 positivos el año pasado en estas mismas fechas a ninguno en la actualidad.
La también llamada enfermedad del mosquito ha hecho estragos en la cabaña ganadera desde su llegada a Cantabria en septiembre de 2023. A la espera de lo que pueda suceder esta campaña, las dos primeras arrojan un contundente balance de 3.015 fallecimientos y 11.302 casos positivos. El año pasado 1.466 explotaciones resultaron afectadas, 4.189 animales se contagiaron y 723 murieron. En 2023, el más duro, se infectaron 7.113 reses y murieron 2.292.
En España, igual
Para erradicar la enfermedad hemorrágica, el Gobierno regional ha destinado algo más de 4,6 millones de euros en pagos a los ganaderos en concepto de indemnizaciones, incluyendo tanto los gastos derivados por las muertes, los tratamientos y la compra y venta de vacunas.
Si en Cantabria la situación es buena, en el resto del país es parecida. Aunque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sí que ha confirmado algún caso positivo en lo que va de 2025, la página web donde cada semana reflejaba la evolución de la enfermedad en clave numérica no se actualiza desde el 18 de diciembre de 2024. En aquel documento, el departamento que dirige Luis Planas hacía balance del año: «Principalmente, se ha detectado circulación en el centro y norte del país, afectando en mayor medida a comarcas en las que no hubo circulación o circuló con menor intensidad durante la temporada pasada».
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