Los intentos por reanimar a la niña ahogada en Langre duraron más de tres horas
El equipo pediátrico de circulación sanguínea extracorporal que posee el hospital de Cruces fue determinante para decantar su traslado al centro vizcaíno
Desde que el socorrista fuera de servicio identificó el cuerpo de la niña alemana de seis años, inmóvil a 200 metros de la orilla de ... la playa de Langre, hasta que llegó al hospital de Cruces, donde se terminó por certificar su muerte, pasaron más de tres horas. Primero fue reanimada en el lugar, después mediante el servicio avanzado del helicóptero del 112 y finalmente en el hospital, pero nada pudo evitar que entrara en parada cardiorrespiratoria la noche del pasado viernes.
Un joven de la Cruz Roja que da servicio a la playa de Langre, que había finalizado su servicio pasadas las 20.20 horas, se encontraba aún en la playa disfrutando con unos amigos cuando se percató de la preocupación del padre de nacionalidad alemana al no encontrar a su hija. Inmediatamente subió a lo alto de la torre de vigilancia y la divisó a lo lejos, en una zona de rompientes de difícil acceso.
La llamada al servicio de emergencias del 112 fue inmediata y sobre el terreno el propio socorrista y un surfista que estaba en la playa intervinieron para sacar a la niña de la zona de peligro y practicarle el primer protocolo de reanimación con un desfibrilador que forma parte del equipo de socorrismo en el arenal.
El Centro de Gestión de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso pasadas las 20.20 horas y movilizó a una ambulancia medicalizada dotada de Soporte Vital Avanzado (SVA) del 061, a Bomberos de Santander, junto a agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil y al equipo de rescate helitransportado del Ejecutivo por el difícil acceso a la playa y por si era necesario el traslado de urgencia de la menor a un centro hospitalario, como al final sucedió, según informa el 112 en un comunicado.
El personal médico del 061 procedió a practicarle técnicas de reanimación cardiopulmonar avanzada. Y una vez que llegó a la zona la médico de la aeronave del Ejecutivo autonómico se sumó al protocolo con un cardiocompresor utilizando la instalación del propio helicóptero.
Tras la evaluación del médico, la aeronave del Gobierno cántabro trasladó al Hospital Universitario de Cruces a la menor, donde fue atendida de urgencia con un equipo de pediatría de circulación sanguínea extracorporal del que carece el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. «También se movilizó al grupo de psicólogos para apoyar a su padre que se había desplazado al hospital junto con dos personas que hacían la traducción», informa el 112. Finalmente, la niña falleció a pesar de los esfuerzos que durante más de tres horas realizaron los facultativos por salvarle la vida.
Un año trágico en las playas
Este 2019 ha sido un año trágico en las playas cántabras porque ya son 16 los fallecidos por accidente en los escenarios acuáticos de la región, según informa el 112. Algunas de las muertes se han producido por ahogamiento; pero otras han sido consecuencia de diversas causas como infartos. Una de esas últimas muertes sucedió el pasado día 8, cuando un hombre de 73 años y vecino de Valladolid perdió la vida en la playa de Merón, en la zona de Gerra, en San Vicente de la Barquera. Una zona que en julio pasado también se cobró la vida de otro varón de 51 años, vecino de Burgos.
Los datos son también preocupantes en toda España. El número de ahogados en todo el país en lo que va de año alcanza las 268 víctimas, y el 67% de ellos han ocurrido en el periodo del 1 de junio al 15 de agosto, donde han perdido la vida 180 personas.
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