La Fiscalía pide anular la condena de un represaliado del franquismo
La familia de Eusebio Cortezón, fusilado en 1938 frente a la tapia de Ciriego, reclama al juez que «repare» su memoria e invalide una condena «basada en mentiras»
M. M.
Santander
Jueves, 16 de octubre 2025, 02:00
La Fiscalía de Cantabria ha pedido la anulación de la condena de Eusebio Cortezón, represaliado por el franquismo y ejecutado en 1938, porque se ... dictó «en base al odio», sin pruebas y en «una negación absoluta de cualquier derecho de defensa». Así lo ha señalado en el juicio celebrado ayer en el Juzgado de Primera Instancia Nº5 de Santander, que ha quedado visto para sentencia y que constituye una de las primeras vistas de este tipo celebradas en Cantabria. En la misma, además de constar prueba documental, testificaron tres nietos y un bisnieto de Cortezón, que fue fusilado frente a la tapia del cementerio de Ciriego el 7 de diciembre de 1938. Ebanista de profesión, padre de siete hijos y abuelo de una nieta, fue además miembro del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), siglas bajo las que ejerció como concejal en el Ayuntamiento de El Astillero.
Cortezón fue ejecutado «en base al odio y el resentimiento al distinto y al que opina diferente», según indicó en el juicio el fiscal de Memoria Democrática de Cantabria, Carlos Yáñez. Por ello, lo considera una violación de derechos humanos que «se transmitió como una herencia a sus familiares», quienes, a partir de la condena, padecieron hambre y persecución social. Algunos tuvieron que huir a Francia.
Según lo señalado en la vista, a Eusebio Cortezón se le acusó de «delincuente peligroso», de ordenar el asesinato de un cura y de ser el autor moral y material de varias muertes, hechos que rechazaron los familiares que acudieron a la vista. A preguntas del fiscal, Eusebio Cortezón Martín, uno de los nietos, se refirió a su abuelo como «un tío muy querido y apreciado en el pueblo», y consideró que se le condenó por ser miembro del POUM. Tanto él como su hermana María Yolanda afirmaron que no estuvo relacionado con las muertes que se le atribuyeron, las de un cura y dos militantes falangistas. «Incluso gente de derechas ha hablado de que era buena persona», apuntó su nieta, que dio por hecho que Eusebio Cortezón fue ejecutado «por comunista».
Con todo, la familia pidió al juez que «repare» su memoria anulando una condena «injusta y basada en mentiras». «Necesito que la memoria de mi abuelo quede limpia, no fue un delincuente ni mató a nadie. Estoy seguro y me lo ha corroborado mucha gente en el pueblo», aseguró Cortezón Martín.
Por su parte, Simón Lecuer, bisnieto de Eusebio que reside en Francia, reclamó que se reconozca «el perjuicio moral que sufrió toda la descendencia». «Olvidar es imposible, perdonar sí, pero no se nos ha perdido perdón. Solo se nos ha exigido callar», apostilló Lecuer.
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