Hoteles y viviendas vacacionales se distancian del turismo de masas
La polémica surgida a raíz del macrobotellón de El Puntal de Somo (Ribamontán al Mar) muestra el pulso soterrado que mantienen hoteles y viviendas turísticas ... respecto a las posibles responsabilidades que cada una de las partes puedan tener en la atracción masiva de visitantes a Cantabria.
«El incremento de toda esa gente que se ve en determinados momentos muy puntuales no está de acorde con el del número de plazas hoteleras, de campings y de otros establecimientos totalmente reglados», afirma Eduardo Lamadrid, presidente de los hosteleros cántabros. «Si hay más gente, es que se está quedando en algún sitio de manera ilegal y no controlada, porque nuestros datos son oficiales», apostilla.
Una postura que, sin citarlas de manera expresa, pone el foco directamente en las viviendas de uso turístico. «Nuestro turismo es principalmente familiar. Rechazamos a quienes hacen actos incívicos como el del pasado botellón. No son nuestros inquilinos, puesto que quienes vienen a Santander a nuestros inmuebles son, principalmente, familias», defiende Jaime Paino, presidente de Avutcan. «Nosotros somos tan legales como los hoteles. Asociar el crecimiento del turismo a una sola tipología de alojamientos, a la nuestra, es intentar buscar a un único culpable, cuando aquí cada año las diferentes modalidades crecen en número de camas. El año pasado sólo en Santander se abrieron unos diez hoteles», subraya. «La normativa que ha sacado el Gobierno busca sacar al pequeño propietario para abrir las puertas a los grandes fondos de inversión. La riqueza que ahora generamos y se queda aquí pronto se irá fuera de Cantabria», vaticina.
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