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La estampa de los peregrinos se ha convertido en algo habitual en Liébana durante este Año Jubilar. Javier Cotera
«El Año Jubilar ha supuesto una mejora, pero tampoco ha sido algo excepcional»

«El Año Jubilar ha supuesto una mejora, pero tampoco ha sido algo excepcional»

A menos de un mes para el cierre de la Puerta del Perdón, el Gobierno habla de un éxito rotundo, mientras los hosteleros lo reducen a un crecimiento moderado

José Ahumada

Santander

Domingo, 1 de abril 2018, 12:24

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Cuando el cierre de la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio ponga fin al Año Jubilar, el próximo 22 de abril, podrá hacerse balance de lo que ha supuesto para Cantabria, y especialmente para la comarca lebaniega, este acontecimiento religioso, turístico y cultural. A poco menos de un mes de ese momento, Gobierno y hosteleros ya avanzan sus impresiones, que no coinciden del todo: mientras el primero habla de un éxito rotundo, basándose en la promoción turística que ha supuesto y en la consolidación de la ‘marca’, los empresarios lo dejan en una mejora apreciable sobre los resultados del ejercicio pasado, sin llegar a cumplir las expectativas, y consideran que el efecto del Año Jubilar se ha dejado sentir entre Comillas y Picos de Europa, pero apenas ha tenido repercusión en el conjunto de la región.

Según los últimos datos, la cifra de visitantes al monasterio se acerca ya al millón: son exactamente 942.530. En el Ejecutivo regional se confía en que la Semana Santa ayude a superar el número de peregrinos del último Año Santo (2006/07), 1.250.000. Quede claro que se considera peregrino a cualquiera que se acerque al monasterio. El número de los que llegaron a pie, recorriendo el Camino, asciende a 15.800 (a los 14.700 que sellaron su credencial se le ha sumado un 10% que, según estimaciones, no lo habría hecho); a los viajeros de autobús también se les convierte en peregrinos (4.758 autobuses y 285.480 pasajeros), igual que a quienes condujeron sus vehículos hasta allí, 661.800. «Lo que ha llegado, lo ha hecho en plan peregrino, gente de todos los colores que, al final, caen como jubilares», explica el padre Juan Manuel. «Este monasterio tiene un encanto especial; esa atracción de la Cruz, no sé cómo, les envuelve, y al final salen con la aureola de ‘qué bien que hemos estado aquí’». Para este religioso de Santo Toribio, todas las expectativas del Año Santo se han cumplido. «No sé cuánta gente habrá venido... muchísima. Hemos tenido un pequeño respiro este invierno: entre los avisos de cierre del desfiladero y los temporales ha habido momentos en que ha estado un poco apagado».

«Liébana era el séptimo destino por número de viajeros en Cantabria y ahora es el segundo»

francisco martín | consejero de turismo

Así como a los franciscanos les gusta convertir a los visitantes en peregrinos, los hosteleros quieren hacer de ellos clientes. «Para nosotros se han cumplido las expectativas ligeramente», resume Ángel Cuevas, su presidente. «La expectativa anterior al Año Jubilar era excesivamente alta, y los hosteleros sabíamos que venía bien, pero que tampoco sería una locura. El comentario en la calle es que iba a ser tremendo; para nosotros ha supuesto una mejora, pero tampoco ha sido algo excepcional».

San Vicente-Santo Toribio

El presidente de la Asociación de Turismo Rural, Jesús Blanco, comparte esa visión. «El balance ha sido bueno porque el Año Santo siempre mueve más que un año normal. Sobre todo ha sido especialmente bueno por el flujo de peregrinos en el Camino de San Vicente a Santo Toribio: ha hecho que todos los alojamientos del itinerario lo hayan percibido bastante. Lo que es el alojamiento en Liébana, se ha notado, pero tampoco excesivamente: se ha dejado sentir mucho en los grupos y en la hostelería, sobre todo. A nivel de Cantabria, en general, ha sido poco lo que ha influido».

«La expectativas eran excesivamente altas; para nosotros se han cumplido ligeramente»

ángel cuevas | presidente asociación de hostelería

Liébana, de cualquier forma, es un destino turístico exitoso y consolidado: los veranos están asegurados con jubileo o sin él. «El verano siempre está bien, igual que la época baja es baja siempre», opina Jesús Prellezo, del Hostal Restaurante Remoña, en Espinama. «Ha estado mejor que el año anterior, así que bien. Lo que pasa es que los dos primeros meses se decía en los medios de comunicación que todo estaba completo, y se le dio tanto bombo que había un poco de desfase y no coincidía con la realidad. Después sí se ha cumplido».

«En mi valle creo que nadie recuerda un año mejor, turísticamente hablando»

óscar casares | alcalde de camaleño

«En verano, es algo general a toda la zona, está todo lleno; la primavera y el otoño sí que han estado un poco más animados, muy bien», afirman en el Hotel del Oso, en Cosgaya. «Ha venido gente de todos los puntos. Muchos ingleses entre semana en mayo y junio, porque llega el barco a Santander, pero también mucho turismo nacional, gente que viene a Santo Toribio al Año Santo. Es un aliciente más». Otro tanto dice Carmen Llanes, del Hotel Infantado, de Ojedo. «El verano siempre está garantizado. Se ha notado en primavera y en otoño: ha habido más reservas, han venido autobuses. La mayor parte de la clientela, de Madrid y el País Vasco y, después, Asturias. Es el público habitual».

Música, teatro y cultura para despedir el Año Jubilar

El programa del Año Jubilar entra en su recta final. El viernes 21 de abril tendrá lugar en Potes un espectáculo denominado ‘Apocalipsis Beato’, con representaciones teatrales, un pasacalles, un espectáculo de mapping e iluminación y fuegos artificiales. El día 22 se celebrará un misa y se procederá al cierre de la Puerta del Perdón de Santo Toribio de Liébana y, por tanto, a la clausura del Año Jubilar. En estas dos jornadas, el Año Jubilar tendrá su eco Santander, donde se ha organizado un doble concierto de ‘Rulo y la Contrabanda’ en el Palacio de Festivales. La Fura dels Baus pondrá fin al calendario de actos con ‘Carmina Burana’ los días 11 y 12 de mayo, trasladado al recinto de La Serna en Potes.

«En mi valle creo que nadie recuerda un año mejor, turísticamente hablando», asegura Óscar Casares, alcalde de Camaleño. «Se ha notado mucho la presencia de peregrinos andando, y el camino Lebaniego está funcionando cada vez mejor. La temporada se ha alargado más, con gente fuera de verano. Las distribuidoras y los hosteleros no recuerdan un año así de bueno».

Francisco Javier Gómez, regidor en Potes, también destaca la mayor afluencia de peregrinos caminando. «Quizás ha sido la sorpresa positiva. Hay que trabajar el Camino Lebaniego para tener peregrinos todos los meses y todos los años de aquí al 2022. Creo que la gente está contenta de cómo ha ido el Año Jubilar».

«El balance ha sido bueno porque el Año Santo siempre mueve más que un año normal»

jesús blanco | presidente turismo rural

Habría que cuidar más ese Camino, opina Pedro Velarde, propietario de la quesería Las Brañas, en Pendes (Cillorigo de Liébana). «He recibido varios peregrinos de paso, y también he ayudado a otros que se perdían. La queja mayoritaria en mi zona es que la cartelería que pusieron la cortaron y no la volvieron a reponer». Para él, que recibe visitas de turistas a sus instalaciones, «el año ha sido mejor que el anterior, pero tampoco un bombardeo». Una apreciación idéntica a la de Wenceslao Rodríguez, del Cenador del Capitán, en Potes: «Ha ido bien, mejor que otros años normales, pero tampoco para tirar cohetes. Ahora, que la Semana Santa remate y que el Camino quede, que no se olvide hasta el siguiente Año Jubilar».

Ésa es la intención del Gobierno cántabro. «Nuestro objetivo es que haya vida más allá del Año Jubilar y lo primordial será, en este sentido, hacer del Camino Lebaniego un producto turístico que atraiga peregrinos y caminantes más allá del Año Santo», reflexiona el consejero de Turismo, Francisco Martín. De hecho, el Camino es uno de los elementos tractores que se contemplan en el Plan de Marketing Turístico de Cantabria 2018/19, por lo que se potenciará en todas las campañas, nacionales e internacionales, para atraer visitantes. «El Camino Lebaniego, siempre asociado al de Santiago Norte –ambos Patrimonio de la Humanidad–, y esta circunstancia nos permitirá que, como ocurre con el Xacobeo, podamos seguir atrayendo caminantes y peregrinos el resto de años. No sólo jubilares».

«Los primeros meses se decía que todo estaba completo y no coincidía con la realidad»

jesús prellezo | Hostal Peña Remoña

«La celebración de este Año Jubilar Lebaniego ha dejado una repercusión en promoción turística inigualable. Ha supuesto un récord de visitantes, no sólo en Cantabria, sino especialmente en Liébana: en 2015 era el séptimo destino por número de viajeros en Cantabria, y en 2017 ha pasado a ocupar el segundo lugar, por detrás de Santander y su cinturón. El año pasado Cantabria rozó los dos millones de viajeros alojados en establecimientos reglados. El número de turistas nacionales creció un 6,8%. Creo que este año, además, hemos ganado en credibilidad en turismo extranjero –creció un 7,2%–, y parte se debe al Año Jubilar Lebaniego».

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