La llegada de la protonterapia a otras siete regiones frena el impacto del proyecto cántabro
Cantabria invertirá 40 millones en su equipo, mientras las otras comunidades gastarán solo tres en su instalación y puesta en marcha
A una semana de que se publiquen los pliegos del contrato para la construcción y equipamiento de la Unidad de Protonterapia de Valdecilla, un ... proyecto en el que la Sanidad cántabra lleva años trabajando y al que destinará 40 millones de euros, el Gobierno central ha anunciado la donación de diez de estos equipos por parte de la Fundación Amancio Ortega , que se distribuirán entre Andalucía (2), Canarias, Cataluña (2), Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid (2) y País Vasco. Cada una de estas comunidades solo tendrá que invertir los tres millones necesarios para su instalación y puesta en marcha.
Cantabria debía ser la comunidad pionera en el país en disponer de esta avanzada tecnología contra el cáncer -actualmente existen 74 instalaciones de este tipo en todo el mundo-, con mayores curaciones y menores toxicidades que otras técnicas al ser capaz de atacar con más precisión las células tumorales. Contar con estos medios reforzaría la posición del Hospital Valdecilla como centro de referencia en la lucha contra esta enfermedad, al ser el único centro público de toda España en ofrecer unos tratamientos que en Europa, por término medio, cuestan unos 30.000 euros.
¿Cómo afecta a Valdecilla la donación de estos diez equipos de protonterapia? Según Pedro Prada, jefe de servicio de OncologíaRadioterápica del hospital y gran impulsor del proyecto, «no influirá en nada». «Para nosotros no va a tener ninguna repercusión: lo más importante es llegar a ser el primer centro público con esa unidad de protones, y eso va a ser así». Según sus cálculos, en Valdecilla podría empezar a funcionar en 2023, mientras que cualquiera de las donadas por el fundador de Inditex tardarán más de cinco años en ponerse en marcha.
La unidad de protones de Valdecilla podría empezar a funcionar en 2023; las otras, no antes de cinco años
El plan, asegura, no sufrirá variación alguna: además de la cuestión asistencial, se desarrollará la docencia y la investigación. «Tampoco creo que otros centros dispongan de esas posibilidades. Nuestra idea es hacerlo todo como estaba previsto y ser los mejores».
En cuanto a las previsiones sobre el número de pacientes a atender -se estima que puede alcanzarse un máximo de 400 al año-, Prada asegura que, según los estudios realizados, «una unidad se cubre con una población de dos millones de habitantes», así que no hay riesgo de que resulte infrautilizada.
«Ridículo nacional»
De una forma muy diferente interpretó la situación César Pascual, diputado autonómico y portavoz de Sanidad del Grupo Popular, quien advirtió de que el «proyecto estrella» del Gobierno cántabro «se ha estrellado». Para Pascual, el anuncio de la donación y la distribución de los equipos constituye un «ridículo nacional» para el Ejecutivo regional, tanto por «el ninguneo sistemático de Sánchez a Cantabria» como por «la inutilidad e inoperancia del Gobierno presidido por Miguel Ángel Revilla».
«Ahora vemos cómo de los fondos de Reconstrucción y Recuperación se nos fuerza en Cantabria a pagar por una cosa que a otras comunidades se les da gratis. Un despilfarro de dinero público, como si esos 44 millones de euros no pudieran destinarse a cientos de proyectos que esta región necesita para salir adelante», criticó.
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