El mar Cantábrico vive su segundo año más cálido, solo por detrás de 2023
El mes de julio, con un promedio de 21,9º, fue el tercer dato más alto registrado en la temperatura superficial del agua desde 1982
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmó a principios de esta semana lo que es un secreto a voces durante los últimos veranos en la ... región: la temperatura superficial del mar Cantábrico sigue en aumento. Solamente hay que verlo reflejado en las últimas cifras publicadas, el pasado mes de julio, el promedio registrado fue de 21,9 grados. Es el tercer dato más alto en la serie desde 1982. Y es que como señala el propio organismo, se viven cifras de auténtico récord, ya que en estos primeros siete meses del año se ha alcanzado el segundo promedio más elevado de temperatura, solamente por detrás de 2023: 16,0º frente a 16,2º. En unas pocas palabras, el mar Cantábrico vive su segundo año más cálido. Si se compara con el promedio entre 1991 y 2020 durante los meses comprendidos entre enero y julio -15.0º- se confirma una anomalía positiva de 1 grado.
Un indicador que corrobora la tendencia a la que apuntaba la propia Aemet en su informe sobre el estado del clima de 2024 en Cantabria y el papel jugado por el cambio climático en el crecimiento sostenido de la temperatura superficial del mar. En el caso de la región, el pasado año se convirtió en el tercero más cálido, por detrás de 2023 y 2022, y se registró una anomalía positiva de 0,7 grados con respecto al periodo comprendido entre 1991 y 2020.
El dato
16 grados
es el promedio de temperatura del mar acumulado durante enero y julio de este año
Tanto es así que en la última publicación elaborada por Clivar España -perteneciente al proyecto del Programa Mundial de Investigación del Clima- y cuyo objetivo es comprender la variabilidad y la predictibilidad del clima y sus cambios, centrándose en las interacciones entre el océano y la atmósfera, confirmaba que todas las aguas oceánicas que rodean España se calientan a una velocidad un 67% superior a la media global, con una tasa de 0,25°C por década, frente al 0,15°C por década del resto de los océanos del planeta.
¿Y cuáles son las consecuencias de este aumento de la temperatura del mar? Pues tiene varias. En ciudades como Santander, por la noche, si no entra una masa de aire frío, la temperatura se queda en torno a la temperatura que tiene el mar. Algo que también repercute en el cambio de estación. «Cuando llega la época de enfriamiento, las reservas de calor se van soltando y ayudan a mantener unas temperaturas más suaves», explica César González-Pola, investigador en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Gijón.
Las aguas profundas del Cantábrico registran temperaturas más frías que hace 15 años
Las aguas oceánicas que rodean a España se calientan un 67% superior a la media global
«No es una línea recta»
González-Pola subraya que hay una tendencia a calentarse todo el planeta. «Esto es el cambio climático, en varios años, podemos tener ciclos más calientes y más fríos. De hecho, por ejemplo, las aguas profundas del Cantábrico, no las superficiales, están ahora mismo bastante más frías de lo que estaban hace unos 15 años».
El investigador asegura que esta afirmación no va contra el cambio climático, «no la contradice». «Simplemente ha habido mayor influencia de corrientes de las zonas más del norte de Europa. Entonces, a grandes rasgos, sí, es más probable que haya temperaturas más altas, más zonas de calor y una tendencia general hacia el calentamiento, pero no es una línea recta en la que va subiendo. Es como una escalera, en la que se sube y baja, por la propia variedad natural de lo que es la meteorología», añade.
El investigador del IEO puntualiza que no se puede saber con seguridad lo que ocurrirá el próximo verano: «Es probable que en los próximos años volvamos a batir récords de temperatura alta y es más improbable que los batamos de temperatura baja».
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