Marzas, bolos o mitos: la cultura cántabra arraiga en el currículo de Infantil y Primaria
Educación oficializa en las dos etapas contenidos de historia, geografía o arte que explican la realidad global y la autonómica
A partir del próximo curso, buena parte del alumnado cántabro de Infantil y Primaria se familiarizará en la escuela con su realidad más cercana: el ... juego de los bolos, el valor simbólico de las manos sopladas sobre la piedra o el significado de las marzas; con fiestas tan valiosas como La Vijanera, con las razas vacunas tradicionales de Cantabria, la forma en que se organizan sus municipios o su fauna y flora autóctonas. Realidades tan próximas que, además de asomarse a ellas en el libro de texto, los estudiantes podrán observarlas, palparlas, escucharlas u olerlas alejándose apenas unos kilómetros del aula.
La Consejería de Educación y Formación Profesional oficializa los contenidos sobre la cultura cántabra en el nuevo currículo de Infantil y Primaria. Es cierto que muchos docentes hacían ya hincapié en ellos, explicando el mundo a partir de la realidad local, pero, con este nuevo decreto, el departamento que dirige Marina Lombó plasma sobre el papel distintos saberes y criterios ligados a Cantabria –en los que tiene competencia–, todos ellos adaptados a la madurez de los escolares y a los ciclos que integran ambas etapas educativas.
La Lomloe va reflejándose en el sistema educativo poco a poco. La normativa va a procurar en Infantil y Primaria un aprendizaje basado en competencias, en la evaluación continua y en calificaciones de tipo cualitativo –insuficiente, suficiente o sobresaliente, como antaño– en vez de numéricas.
Al abrigo del Real Decreto de los currículos de Infantil y Primaria elaborado por el Ministerio para desarrollar la Lomloe, Cantabria ha armado su propio decreto curricular, ahora en fase de información pública hasta la primera semana de abril y con otro trecho de validaciones y trámites oficiales por delante. En paralelo, Educación ha sacado ya a consulta pública la orden de implantación que desarrolla el decreto, y en la que están incluidas las materias optativas (donde la comunidad autónoma tiene capacidad de maniobra).
Se van cumpliendo plazos gracias, en buena medida, a que la comunidad educativa ha avanzado trabajo. Los currículos de ESO y Bachillerato sortearán los mismos trámites que sus predecesores, y la idea de la Consejería es que «en julio estén todos aprobados». En ello confía Javier Gutiérrez, director general de Personal Docente y Ordenación Educativa.
Por lo pronto, Educación ya dispone de la hoja de ruta curricular en Infantil y Primaria. La cultura cántabra atraviesa buena parte de las secciones, y los centros abordarán esos contenidos atendiendo a su idiosincrasia y autonomía. ¿Y qué propician? «Es una manera de conocer la cultura propia sin descuidar el resto, de conocerla para apreciar las demás, y toda la diversidad española. Estos contenidos no van detrimento de los generales, sino que los complementan», indica Gutiérrez.
Naturaleza y relato
Yendo al detalle sobre los mismos, en Infantil, distribuidos por áreas de conocimiento, se abordarán saberes como los alimentos y recetas típicas de la comunidad, o su flora, fauna y paisajes, así como las herramientas tradicionales –un dalle, por ejemplo– o los enclaves de alto valor ecológico que salpican el territorio autonómico. Cuentos, leyendas, poesía, instrumentos, danzas, obras de arte, relatos o monumentos cántabros atravesarán también el currículo de estos ciclos.
En Primaria, los contenidos se hacen más complejos. Los dedicados a Cantabria también se ordenan por áreas de conocimiento y ciclos, y tocan asuntos como el patrimonio natural y cultural del entorno cercano; la organización municipal; animales de los hábitats autonómicos –con especial interés en los que corren peligro de extinguirse, caso del urogallo–; el Románico y su huella local; las costumbres, tradiciones, expresiones etnoculturales, giros del lenguaje... En Educación Física, por ejemplo, se procurará la participación activa en juegos y manifestaciones artísticas y expresivas propias de la comunidad, y Primaria puede ser el momento de que los escolares se asomen a una partida de bolos.
Así, los contenidos 'generales' «van a encontrar asiento en lo local», destaca Educación. Las casonas y cabañas cántabras pueden reflejar bien la evolución histórica y arquitectónica de un territorio y en los bosques regionales hay ejemplos de árboles de hoja caduca o perenne. Los ríos que atraviesan la comunidad no son si no detalles geográficos, y los mitos cántabros podrían ayudar a entender los de la cultura clásica.
Además, al hilo del currículo, la Asociación de Profesores de Segundas Lenguas Extranjeras ha pedido a Educación que el segundo idioma se plantee como materia de libre elección en Primaria.
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