El Ministerio «está tratando de interceder» para cerrar el conflicto

Desde Cantabria, el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, informó a este periódico que el pasado lunes se puso en contacto con el armador del Pilar Torre, que le expuso todos los detalles del caso. A partir de ahí, el departamento que preside el consejero regionalista se puso en contacto tanto con el Ministerio como con el Gobierno vasco «para tratar entre todos de ayudarles».

En opinión de Blanco, «es un tema difícil ya que se trata de terceros países y las negociaciones son vía comisión europea». No obstante, avanzó que le consta que «el Ministerio está tratando de interceder para solucionarlo y nos mantendrán informados».

Mientras tanto, el buque cántabro, el Pilar Torre, «va a poder acceder a la 'ayuda de mínimis' que ha puesto en marcha el Gobierno de Cantabria y que esperamos que le facilite superar estos malos momentos». Una subvención que, según detallaron desde la Consejería de Pesca, puede llegar hasta los 35.000 euros, «gracias al marco temporal que ha habilitado Europa con motivo de la guerra de Ucrania».

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Para estos marineros la situación es incomprensible. Según ha trasladado el armador del Pilar Torre, Miguel Ángel Solana, el problema reside en que Senegal ha roto unilateralmente el acuerdo con la Unión Europea y les niega la licencia de pesca. Un asunto que tiene su origen a principios de año, ya que habían pagado las tasas en Senegal y tenían que recibir la nueva licencia este año, «pero nos la negaron». Después de tres largos meses de espera, a finales de marzo se celebró una comisión mixta entre la Unión Europea y Senegal para abordar la situación, y en el encuentro salieron a la palestra unas deudas de dos embarcaciones gallegas y otra guipuzcoana. Los gallegos la saldaron pero quedaron pendientes 12.000 euros de un barco de Hondarribia. En este punto, el armador del Pilar Torre cuenta que desde Senegal pretendieron que asumieran ellos la deuda, a lo que se negaron y, ante esto, les chantajearon con no darles las licencias sino pasaban por caja. Finalmente decidieron pagar, pero de nada les sirvió puesto que no recibieron el permiso.

A partir de ahí, no han vuelto a saber nada del asunto. No les dan una solución. Solana apunta que el problema radica en que el acuerdo de la UE con Senegal «es global, no sólo pesquero, y las autoridades europeas no quieren romperlo. Pero el acuerdo pesquero hay que darlo por roto porque llevan cinco meses sin darnos la licencia. Exigimos a la UE la licencia y las ayudas. ¿Que no pueden conseguir las licencias? Pues que nos busquen otro caladero».