El obispo de Santander celebra la llegada de León XIV: «Ya no estamos huérfanos, ahora sentimos paz y alegría»

Dado que el papa Francisco ha dejado una «huella imborrable» en la iglesia y en el propio obispo de Santander, las menciones de Prevost al legado del pontífice argentino, más allá de traerlo al «presente», también dan cuenta de la continuidad de la Iglesia, entiende Arturo Ros, que ha vivido el Cónclave con «emoción», pero también con «mucha serenidad ya que estamos en manos de Dios. Y con esa confianza hemos vivido estos, además de con alegría».

Nombrado obispo en Chiclayo (Perú) en 2014, el nuevo Papa habla español y Ros lo ha destacado como punto a favor a la hora de «facilitar la comunicación» directa. También lo ha hecho su predecesor en el cargo, Manuel Sánchez Monge, que ha querido subrayar además su condición de agustino. «San Agustín es muy importarte dentro de la iglesia, por su obra y su pensamiento, pero también por fundar la orden de san Agustín, extendida por todo el mundo», ha destacado el obispo emérito de Santander, que ha conocido la noticia de la elección de Prevost en su casa de Valladolid, con su hermana, a punto de rezar el rosario.

La elección del nombre es significativa para el obispo emérito de Santander, ya que León XIII fue el encargado de trazar los «primeros surcos de la doctrina social de la Iglesia». También ha subrayado el obispo emérito las alusiones a la paz de Prevost ya desde el inicio de su discurso, en el mismo saludo pascual con el que se ha presentado ante miles de fieles en el balcón de la plaza de San Pedro del Vaticano. «Y ha hecho también referencia explícita al papa Francisco», subrayando la importancia de la «continuidad» entre pontificados.

Sánchez Monge se ha declarado «muy contento». La «predisposición de todos, de todos los obispos y cristianos es aceptar a quien elijan los cardenales con la inspiración del espíritu santo», ha dicho.

Leonés de nacimiento, cántabro de adopción y colaborador habitual de El Diario Montañés, el padre agustino Agustín Riveiro no pudo evitar emocionarse ayer al escuchar que el norteamericano Robert Prevost había sido elegido nuevo Papa.

Reconoce el sacerdote que en los últimos días ya se comentaba en su entorno esa posibilidad. «Basta que fuera agustino para que nosotros le tuviéramos entre los posibles», dice Riveiro, que asegura que Prevost contaba con varios factores a su favor. A saber, «el cargo que estaba desempeñando actualmente; su nacionalidad americana; su experiencia misionera...». Todo ello, dice, jugaba en favor de un cardenal «cercano en el trato, dialogante, sereno y muy implicado con las personas de condición humilde» en el que el padre agustino percibe a un hombre «con mucho sentido común» que, a su juicio, «va a seguir algunos trazos de la línea de Francisco pero, a la vez, va a conducir a la Iglesia por un camino un poco más sosegado».

Según Riveiro, León XIV no será «ni un pontífice muy progresista ni un pontífice muy conservador». Su perfil podrá dibujarse «en el término medio», dice el sacerdote agustino, que cree que su condición de norteamericano va a ayudar de alguna manera al nuevo Papa a «serenar el diálogo» con el presidente de EE UU, Donald Trump, y «evitar la crispación» con la Casa Blanca en un momento en el que el mundo más lo necesita.