Nacho Rodríguez
Con 40 años como dentista a su espalda, compagina su clínica de Torrelavega con el cargo de presidente tras doce años como tesorero en el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cantabria
Nacho Rodríguez Ruiz (1960) encarna el modelo de tradición familiar de odontólogos, «muy habitual» en Cantabria, al compartir profesión junto a su mujer Violeta y ... sus dos hijos, Marta y Nacho, en su clínica de Torrelavega en la que pasa consulta desde hace casi 40 años. Desde 2022 es el encargado de representar a los dentistas españoles en el escaparate internacional y ahora toma el testigo de José del Piñal Matorras como presidente –antes fue tesorero– del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cantabria con una junta «continuista» de ocho personas con la que pretende aunar «experiencia y juventud».
–¿Qué es lo primero que le gustaría cambiar o conseguir en su nuevo cargo?
–Apoyar más a los jóvenes y apostar por la formación continuada trayendo a Cantabria a los mejores ponentes de España y el mundo. Acercar esos recursos aquí para que no haya que desplazarse y adaptar las clínicas de la región para estar al día con las nuevas tecnologías.
–En Cantabria hay 481 dentistas colegiados para una población de poco menos de 600.000 personas, ¿son muchos?
–Son suficientes. En activo hay 430, el resto están jubilados. En Cantabria no hay facultad de odontología, así que no hay una plétora de profesionales. Hay muchos dentistas, sobresaturado en el número, pero los que somos más mayores antes trabajábamos muchas más horas, el nuevo concepto de los jóvenes de calidad de vida es distinto y las jornadas son cada vez más cortas; hay trabajo para todos, aunque haya más dentistas que antes.
– ¿Es la salud bucodental un privilegio en Cantabria, debería haber un acceso más fácil desde la sanidad pública?
–Sí, desde luego es una demanda permanente desde el Consejo General de Dentistas de España. En España, de los 43.000 colegiados, solo 1.400 trabajan en el Sistema de Salud Nacional. Los 22 dentistas en los centros de salud de Cantabria son insuficientes. Habría que aumentar la cantidad, pero es un tema de la Administración. Nos gustaría que hubiera mucha más financiación pública, pero a día de hoy funciona con un sistema de clínicas privadas y sociedades corporativas.
- ¿Cuál es la situación en la Unidad de Salud Bucodental de Liencres donde a principios de año hubo una lista de espera de hasta tres años para ortodoncias infantiles?
–Sigue habiendo hasta tres años de espera, solo hay dos ortodoncistas, además de otros tres para pacientes con necesidades especiales, y una demanda altísima. La labor que han hecho es magnífica con los autobuses yendo a colegios y dando docencia a la población, es un servicio que otras comunidades no tienen, pero los recursos dan para lo que dan...
Las claves
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Ortodoncias infantiles «La lista de espera en la Unidad de Salud Bucodental de Liencres sigue siendo de tres años»
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Turismo dental «Van a Marruecos y en dos o tres días les ponen unas carillas de composite, es peligrosísimo»
–¿Echa algo en falta en el nuevo plan de salud bucodental del Ministerio de Sanidad que incluye revisiones para los menores de hasta 14 años y una inyección de 800.000 euros en Cantabria?
–Evidentemente no es suficiente. El presupuesto para toda España nos toca a un euro por habitante, poco se puede hacer. También es importante insistir en el mensaje de que la prevención es lo mejor que se puede realizar.
-Cada vez son más populares los tratamientos como Invisalign y otros alineadores, ¿se está convirtiendo la odontología cada vez más en una cuestión estética?
–Los tratamiento estéticos son una parte importante, pero lo principal es siempre la salud integral del paciente. Los alineadores son una técnica que ha venido para ayudar a los dentistas, pero no son solo una cuestión estética, pueden ayudar en un apiñamiento de dientes, un paladar estrecho, el cúmulo de sarro en la zona lingual...Lo que sí vemos es cómo la publicidad engañosa en las redes sociales ha impulsado un turismo dental peligroso.
–¿Se refiere a esos vídeos de Tik Tok en los que la gente enseña sus nuevos dientes blanquísimos en Marruecos a precio de saldo?
–Sí, esos. Es peligrosísimo, son tratamientos sin ningún diagnóstico. Los pacientes van a Marruecos y en dos o tres días les colocan una especie de carillas de composite que si te lo hacen en unas encías inflamadas puede tener consecuencias muy graves. Además, al volver no hay ningún tipo de seguimiento. Hace mucho daño, no ya a la profesión, sino a los pacientes y su salud.
–Primero la pandemia, luego la guerra de Ucrania, la inflación… ¿Se han encarecido mucho los tratamientos odontológicos?
– Prácticamente nada y hablo por mi consulta y por las de mis compañeros en la región. Estamos manteniendo los precios, yo creo que no hemos subido ni tan siquiera la inflación.
–¿Cuánto hay de cierto en eso de que la salud bucodental está relacionada con los infartos?
–Mucho. Un foco infeccioso en la boca se puede trasmitir al resto del cuerpo. Incluso los pacientes con una válvula cardiaca, si se liberan bacterias orales se puede producir una endocarditis y una infección de dicha válvula puede poner en riesgo la vida. Hay estudios científicos que apuntan también a que la inflamación de tejidos bucales podría estar asociada con un mayor riesgo de Alzheimer e ictus. Además, cuanto más grave la enfermedad de encías, mayo riesgo cardiovascular.
–¿El aumento de alimentos procesados en la dieta también se refleja en las consultas? ¿Los cántabros tienen los dientes peor que hace treinta años?
–Las chuches, bebidas azucaradas, tabaco, alimentos ácidos...todo eso por descontado que hay que evitarlo al máximo, pero la gente va ahora más al dentista y eso se nota, los cántabros tienen mejor los dientes que décadas atrás, eso seguro. También vemos mucho la patología del siglo XXI, el brusixmo, ese apretamiento de dientes por estrés, sobre todo al dormir, y cada vez más en jóvenes.
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