Así operaba el funcionario: «Adulteró sistemáticamente los procedimientos de contratación»
En su escrito de calificación, el fiscal apunta que, debido a las diversas funciones que tenía, el exjefe de Carreteras se dedicó a «adulterar ... sistemáticamente» los procedimientos de contratación del servicio de carreteras autonómicas mediante diferentes conductas. Una de ellas era «fomentar la concertación entre licitadores para eludir la competencia entre ellos, generando reparto entre lotes y compensaciones económicas entre los empresarios».
También «preparaba ofertas a licitadores concretos para que obtuvieran las mejores puntuaciones en los grupos de condiciones objetivas, valoraba arbitrariamente los criterios subjetivos de las ofertas para favorecer a unos licitadores concretos sobre los demás, y manipulaba informes sobre ofertas incursas en baja temeraria para que no fueran declaradas excluidas».
Además, Diez «informaba reservadamente» a ciertos aspirantes sobre aspectos del contrato en fechas anteriores a la publicación, para que así atinara en su oferta y «pactaba» los criterios de adjudicación de los contratos.
Del mismo modo, según recoge el fiscal en el escrito de conformidad, el funcionario asesoraba en la preparación de la documentación y acceso a la plataforma digital a ciertos licitadores; «propiciaba la expulsión de posibles licitadores de contratos», «estudiaba posibles modificaciones de precios» en ejecución para incrementar el beneficio obtenido por el contratista, y «manipulaba» la ejecución del contrato a la hora de elaborar las certificaciones de obra ejecutada o de servicios prestados causando de este modo un «grave quebranto» en los intereses económicos del Gobierno de Cantabria.
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