Un paciente psiquiátrico en plena crisis violenta huye de Urgencias y está desaparecido cuatro horas
Valdecilla, que tuvo que pedir ayuda a la Policía Nacional para buscar al hombre por el recinto, estudiará «reforzar» el protocolo de seguridad, que se activa «de media de 25 a 30 veces al mes»
Un episodio violento que estalló «de forma sorpresiva», una huida por una ventana rota a golpes y una búsqueda de madrugada durante horas a ... cargo de vigilantes de seguridad y policías. Ocurrió el viernes por la noche en Urgencias de Valdecilla. El protagonista fue un paciente psiquiátrico de unos 30 años de edad, que había sido trasladado por sus propios familiares debido al «estado de alteración» que presentaba en casa. Tal y como establece el protocolo de seguridad, fue ingresado en el box específico destinado a este perfil, donde fue inmovilizado, y se avisó al psiquiatra de guardia. Además, le acompañaban dos vigilantes y una auxiliar de enfermería.
Pero justo cuando se le iba a colocar la vía intravenosa, «el sujeto, que era un hombre fornido, se agitó hasta el punto de que acabó rompiendo las contenciones», señala el jefe de Urgencias, Samuel Gómez, que admite la «tensión» y «cierta alarma» que generan este tipo de episodios en el momento en que se producen, aunque a la vez resta peso a su trascendencia. «Es un paciente como otro cualquiera. El protocolo de inmovilización para paciente agitado se activa con relativa frecuencia», explica. La media, según las estadísticas del servicio, es de «25 a 30 veces al mes, casi uno cada día. El 98% de las veces se trata de pacientes psiquiátricos (algunos combinados con sustancias estupefacientes). El 2% restante se debe a otras causas, como por ejemplo intoxicación por drogas». Pero destaca que «sólo ocasionalmente tienen algún proceso de agitación que los convierte en pacientes 'un tanto especiales'». En concreto, apunta, «menos del 10% de los enfermos psiquiátricos que llegan a Urgencias dan algún problema de este tipo», añade.
El del pasado viernes ha sido más llamativo porque obligó a intervenir a la Policía Nacional. «Llamamos porque había un paciente fuera de control que se había escapado». Y lo hizo después de coger el palo del gotero y liarse a golpes con él. Una celadora resultó herida, con «erosiones en el labio». El hombre volcó la camilla y destrozó los cristales de seguridad de la puerta y de la ventana del box. Por esta última huyó cerca de la una de la madrugada. Durante horas estuvo desaparecido. Se le buscó por todo el recinto hospitalario hasta que «sobre las cinco y media de la mañana» -según la información recabada por UGT- fue localizado «cerca del pabellón 21 y con un tobillo roto, al parecer como consecuencia de la caída por la ventana».
«Reivindicación histórica»
Marisa Muela, secretaria general de la sección sindical de UGT en Valdecilla, urge a la Administración a que «se actualice el protocolo para pacientes psiquiátricos, es una reivindicación histórica». Ayer mismo se reclamó en la reunión de la junta de personal. «Se tiene que buscar una solución. Tal y como está diseñado ahora, el protocolo se activa y se llama al psiquiatra, pero hasta que acude, el paciente permanece en Urgencias durante un tiempo, y ya hemos visto lo que puede ocurrir. Y no es la primera vez que pasa», denuncia. Hace unos meses un paciente tuvo que ser reducido tras coger un objeto punzante del carro de instrumental médico (en aquella ocasión era un palo de laringoscopio) y amenazar con él a gritos. Y más recientemente, otro quemó una almohada en la zona de boxes, un incidente que hizo saltar el sistema anti-incendios y obligó a a cerrar la zona afectada por el olor a humo.
«Las medidas que tenemos para controlar este tipo de situaciones siempre han funcionado», subraya el jefe de Urgencias, que añade que «sólo unas 12 o 14 veces al año» tienen que recurrir a la Policía. No obstante, asegura que «siempre que ocurre algo extraordinario se revisa el protocolo. Y en esta ocasión, así lo haremos, se reforzarán las medidas». Muela, en cambio, se muestra más tajante: «Se tiene que dar una instrucción clara para sacar del circuito general de Urgencias al paciente con problemas psiquiátricos, por el bien del propio paciente, lo primero; pero también de los profesionales y del resto de pacientes en espera».
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