Padre Menni se planta ante Sanidad y derivará a los pacientes a los centros de salud para su atención

Unos 270.000 euros anuales que reclama históricamente a Sanidad para que se haga cargo. El consejero Raúl Pesquera anunció en marzo en el Parlamento que los médicos de Padre Menni serían autorizados para recetar y que los medicamentos serían financiados por la sanidad pública. Sin embargo, tras una «infructuosa» reunión con el equipo de Pesquera, la medida nunca se llevó a cabo, por lo que la Gerencia solicitó «sin éxito» una entrevista con el propio consejero.

Padre Menni ya ha comunicado a las familias su decisión. Lo ha hecho a través de una carta a la que ha tenido acceso a este periódico. Además le ha remitido otra al consejero de Sanidad. El centro explica a las familias que venía haciéndose cargo «ante el desamparo del Servicio Cántabro de Salud, de estos costes»; pero que, «ante el retraso indefinido de la solución y la falta patente de voluntad política tras muchos años de conversaciones, no podemos continuar con este esfuerzo económico».

Por tanto, «desde el próximo 16 de agosto vamos a exigir a los responsables de la atención sanitaria y farmacológica de nuestra Comunidad que, de manera paulatina, se vayan haciendo cargo de sus obligaciones en estos aspectos que a nosotros no nos quieren reconocer».

En la misiva, el director gerente, Carlos Pajares, hace una llamada de tranquilidad a las familias. «No nos desentendemos de nadie: garantizamos que nuestros profesionales velarán permanentemente por la correcta atención del Servicio Cántabro de Salud a nuestros enfermos». Para ello, se compromete a poner en su conocimiento «cualquier episodio de desatención o vulneración de derechos, y tendréis a disposición todo nuestro asesoramiento gratuito».

De lo que se queja el centro hospitalario es de que «cualquier cántabro tiene derecho a la financiación pública de los fármacos» y se pregunta «por qué a los pacientes de Padre Menni no se les articula un sistema de gestión que les permita el acceso desde su actual condición». En este sentido, insiste en que «cualquier cántabro tiene derecho a ser visto por su médico de Atención Primaria, a Padre Menni se le niega el reconocimiento de quien realmente lo realiza con mil subterfugios». Y continúa: «Cualquier cántabro tiene derecho a recibir tratamiento en Atención Especializada, menos nuestros pacientes».

La conclusión de Pajares es que «el Servicio Cántabro de Salud se lo ahorra a costa de Padre Menni, a quien además carga con las responsabilidades jurídicas». Una decisión que considera «manifiestamente injusta contra una organización sin ánimo de lucro y en detrimento de los derechos de los pacientes aquí ingresados, ciudadanos iguales y especialmente vulnerables».

Padre Menni tiene más de 400 usuarios. 330 de ellos son de plazas concertadas del Icass y otras 30 del SCS (tres de ellas de salud mental infanto-juvenil).