Cuando el Parlamento dice sí y el Gobierno dice no
A menudo, la Cámara aprueba mociones, proposiciones no de ley y resoluciones en contra del criterio del partido en el poder. ¿Sirven de algo?
Durante el pleno del Parlamento de la semana pasada, la suma de los votos de la oposición hizo morder el polvo al PP en tres ... puntos del orden del día, relativos, en concreto, a la formación médicos urgenciólogos, al rechazo a la autorización para la puesta en marcha de una planta de biogás en Hazas de Cesto y a la apertura de los centros escolares una vez finalizada la jornada lectiva para su uso por los alumnos.
Perder una votación no constituye un hecho insólito, ya que gobernar en solitario y en minoría obliga a una negociación constante con el resto de fuerzas políticas, y no siempre se alcanzan acuerdos; tampoco el trabajo de la oposición se reduce a decir sí o no a la iniciativa del Ejecutivo, sino que cada partido elabora sus propias propuestas que también trata de sacar adelante.
Pero, ¿qué pasa cuando el Parlamento aprueba mociones, proposiciones no de ley y resoluciones pese a la postura contraria del partido en el Gobierno?
Las claves
-
Propuestas estimadas Desde el Gobierno se asegura que todos los acuerdos de la Cámara se toman en consideración
-
Peticiones, no órdenes El Parlamento en su impulso a la acción del Gobierno, 'insta', es decir, solicita, pero no ordena
-
Propuestas fallidas Muchas iniciativas no se realizan al no coincidir con la línea del Gobierno o por su complejidad
Desde el Ejecutivo se asegura que todos estos acuerdos de la Cámara se toman en cuenta, aunque –y esto ya no lo dicen estas fuentes del Gobierno–, es habitual que finalmente no prosperen. En ocasiones, puede deberse a que se trata de una línea de actuación radicalmente opuesta a la del Gobierno; en otras ocasiones, simplemente, no pueden llevarse a cabo.
Un ejemplo de esto último, según el consejero de Fomento, Roberto Media, podría ser el de la ya señalada planta de biogás: entre otras cuestiones, la moción aprobada, presentada por los regionalistas, pide que se paralice la emisión de la autorización ambiental. Media ha insistido en que la tramitación de la macroplanta de biogás que la empresa Verdalia Bioenergy proyecta construir en Hazas de Cesto «depende de los técnicos y no de los políticos», por lo que la autorización pendiente de resolver será favorable o no «en función de lo que éstos digan».
Otro caso, quizás más claro, de la dificultad de llevar a efecto uno de estos acuerdos parlamentarios: el de la proposición no de ley presentada por Vox –sesión plenaria del 22 de septiembre–, para que los profesionales de Valdecilla, los pacientes y sus familiares tengan parking gratis, cuando hay una adjudicataria del servicio. ¿Es viable que los más de 5.000 trabajadores del hospital dispongan de aparcamiento gratuito? ¿Habría que ampliarlo a otros centros de salud? ¿No deberían beneficiarse de ventajas así los profesionales de otros ámbitos?
Cuestión de atribuciones
Quizás, entre la ciudadanía, exista a veces cierta confusión respecto a la función de impulso de la acción del Gobierno que tiene el Parlamento, y que forma parte de sus atribuciones: que las iniciativas encuentren apoyo en la Cámara no equivale a que se hagan realidad. «Con estas iniciativas el Parlamento insta al Gobierno a que trabaje hacia determinados objetivos –explica la presidenta del órgano, María José González Revuelta–. Los temas son numerosos y variados tanto en contenido como en complejidad, de manera que su realización es también muy variable. Aunque estas iniciativas no son jurídicamente vinculantes, todos los gobiernos procuran atenderlas porque surgen del Parlamento».
'Instar' es la palabra clave: no se ordena, se solicita; en ocasiones, incluso se insta 'al cuadrado', como cuando se pide al Gobierno de Cantabria que a su vez haga otro tanto ante el Gobierno central. «Su utilidad es posicionar a Cantabria ante el poder central», detalla González Revuelta.
«El Parlamento –continúa–, realiza tres funciones esenciales: legislar, impulsar la acción del Gobierno de Cantabria –un punto ya comentado– y controlarla». La primera de ellas «se realiza al debatir y en su caso aprobar, con las enmiendas que se acepten, los proyectos de ley que presenta el Gobierno o las proposiciones de ley de los grupos parlamentarios». Finalmente, el control a la acción el Gobierno «se ejerce básicamente mediante interpelaciones sobre asuntos generales y preguntas sobre temas concretos, así como solicitudes de documentación y comparecencias. El Gobierno tiene que dar explicaciones de su gestión y los grupos pueden criticarla y reclamar lo que vean oportuno».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión