El Patronato de Altamira, tras cinco años y medio, se reunirá en enero en Santillana
Durante este periodo, la Comisión Permanente decidió reactivar la lista de espera preexistente para controlar el acceso a la cueva tras la pandemia
Cinco años y medio después, el Patronato de Altamira se reunirá tras las Navidades. La agenda política y la pandemia obligaron a aplazar en ... diversas ocasiones la convocatoria en la sede de Santillana. Durante estos años se ha mantenido el acceso restringido y regulado a la cavidad, mientras el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira mantenía su programación cultural habitual y sus muestras permanentes y temporales. Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, presidirá el encuentro del Patronato el próximo día 11 de enero.
Fue en junio de 2017 cuando se registró la última reunión. En estos años se barajaron diversas fechas de convocatoria de la entidad que aborda la aprobación de todo lo concerniente al Museo y la cueva. La pandemia complicó aún más las fechas. De hecho, tras el confinamiento, la visita a Cantabria en 2020 del entonces ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, conllevó el anuncio de una convocatoria del Patronato para el último trimestre de ese año, que también quedó frustrada por el virus.
La agenda politica y la pandemia obligaron a aplazar el posible encuentro entre los miembros del Patronato
Antes de que se conozca el balance del presente año, en 2021 el Museo de Altamira recibió más de 131.000 visitantes, lo que supuso un 32,32 por ciento más que en el año anterior, aunque todavía lejos lógicamente del cuarto de millón de personas anuales que se consolidó previamente a la pandemia. En este periodo las reuniones periódicas han correspondido a la Comisión Permanente del Patronato del Museo, encargada de supervisar la programación, así como los proyectos de investigación arqueológica y de conservación. Como casi todas las entidades culturales, también en el caso del Museo ha aumentado significativamente su presencia virtual a través de diversas iniciativas en su página web y redes sociales. Durante la etapa más dura de la pandemia, el citado órgano de decisión adoptaba una medida eficaz: recurrir a la lista de espera de 2002 a la hora de retomar las visitas a la cueva, reiniciadas en verano de 2020.
La medida supuso la sustitución del mecanismo de acceso a la cavidad mediante sorteo por el de la lista preexistente. El Museo aprobaba hace una década la ejecución de un Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y régimen de acceso, impulsado por el Ministerio. El sistema de acceso a la cueva de Altamira se canaliza por cita previa a través de esa lista de espera conformada hasta el año 2002. En el presente, según la web del museo, no se aceptan nuevas solicitudes. Desde el Departamento de Reservas del centro se contacta con las personas que figuran en esa lista de espera para concertar las visitas. En esta reunión del Patronato de enero de 2023 podría volverse a estudiar el sistema de acceso a la cueva.
Hace veinte años la cueva de Altamira, referente icónico universal de la Prehistoria, volvía a cerrar sus puertas al público «por criterios de conservación preventiva». De ese periodo data una lista de espera que fue elaborada antes de cerrarse la cavidad. El Museo anunció tras el confinamiento que reanudaba las visitas a la cueva, acceso regulado y restringido desde 2014, pero con una novedad en el proceso: para asignar las entradas, se recuperaba la citada lista de espera de 2002, certificada ante notario. La cifra de apuntados superaba las 4.500 personas. El Museo comenzó entonces a ponerse en contacto por riguroso orden con quienes en su momento registraron su solicitud. La visita a la cueva original mantiene unos protocolos estrictos establecidos hasta ahora: «un recorrido de 37 minutos y el uso de monos desechables, gorro, mascarillas, así como un calzado especial que facilita el museo».
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