Pilar Allúe, exjefa Superior de Cantabria, a un paso de ser la primera mujer al frente de la Policía Nacional

Fue la primera mujer inspectora jefe, la primera comisaria, la pionera en dirigir una Jefatura Superior de Policía (las de Baleares y Cantabria) y la primera en entrar a formar parte de la cúpula de la Policía Nacional como comisaria general de Policía Científica. Ahora, Pilar Allúe (Valencia, 1961) está a un paso de ser la primera mujer al frente de la Policía Nacional.

Fuentes del Ministerio del Interior han confirmado al periódico Las Provincias que Allúe, que fue la máxima responsable del Cuerpo Nacional de Policía en Cantabria entre los años 2007 y 2012, ha sido la primera opción barajada por el ministro Fernando Grande-Marlaska. El nombramiento aún no se ha hecho en todo caso oficial y se anunciaría en las próximas horas.

La figura que ocuparía la comisaria general Allúe sería la de Directora Adjunta Operativa, un puesto por debajo del director general de la Policía y el más ejecutivo dentro del organigrama policial. Suyas serían todas las decisiones operativas. Mientras, al frente de la Guardia Civil habría otro responsable al cargo. Se descartaría así volver a la figura del Mando Único de Policía Nacional y Benemérita.

Allúe ya aspiró a dirigir la Policía Nacional en el anterior ejercicio, después de que la elección del cargo se hiciera esta vez por concurso, como decidió entonces el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.

Allúe ya fue la primera mujer en ascender a inspectora superior, en el año 1991, y en alcanzar el rango de comisaria, en 1997. Diez años más tarde se convirtió también en la primera comisaria en hacerse cargo de una Jefatura Superior, al ponerse en 2007 al frente de la Policía cántabra.

En los cuatro años que estuvo al mando de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria, Pilar Allúe dio muestras de organización y dotes de mando, las mismas cualidades que, seguramente, le han servido para trazar su brillante trayectoria dentro del Cuerpo Nacional de Policía, y para ser nombrada después, con 51 años de edad, comisaria general de la Policía Científica, un puesto que hasta la fecha no había estado antes en manos de una mujer.