David Peinado
«El desconocimiento de los riesgos suele traer problemas. Por ejemplo, en la montaña hay que saber en qué lugar se pierde la cobertura»
David Peinado (Santander, 33 años) lleva la Cruz Roja en las venas. Coordinador de Emergencias en Cantabria desde hace unos meses, ya con 19 años ... era socorrista. Hace cinco que se incorporó a la plantilla fija de la institución como responsable de equipos de respuesta inmediata y, desde entonces, trata de abrir los ojos a quienes no ven los peligros cuando entran en el mar o van de excursión a la montaña o a una cueva...
-Las playas de Cantabria han registrado seis incidentes mortales este verano... ¿Diría que estas costas son seguras?
- Sí, lo son. Los ayuntamientos están haciendo grandes esfuerzos en los últimos años y están concienciados de que el litoral tiene que estar bien controlado, así que el nivel de seguridad es muy bueno. Es cierto que cualquier pérdida humana nos afecta, pero gran parte de los fallecimientos que se han registrado en los arenales últimamente han sido similares: personas mayores o con importantes patologías previas que han sufrido una contrariedad en el mar y han muerto. Pero no son decesos que contabilicemos dentro de los parámetros de una emergencia, como los de quienes han pedido ayuda porque estén en apuros... Nosotros distinguimos entre el ahogamiento típico y el problema de salud que se produce en la playa y acaba mal. Estos segundos son incidentes repentinos que podrían ocurrir en cualquier otro lugar. En parte de los sucesos que menciona, por ejemplo, las personas tenían patologías cardíacas de antemano.
–Al hacer el balance del verano pasado, la Cruz Roja definió la temporada estival como «tranquila». Solo fueron necesarios 155 rescates en las playas, se explicó, porque se había hecho mucha labor de prevención. No sé si 155 son pocos o muchos...
–Está bien la referencia a la prevención: estamos muy enfocados a ella. Prevenir significa señalizar correctamente la orilla del mar (para que la gente sepa dónde puede bañarse y dónde no, si hay corrientes) y, también educar a los usuarios de las playas sobre conductas de riesgo. Si te vuelcas con la prevención, el verano acaba con pocos rescates aunque las playas estén llenas. Por comparar con el 2024 a esta misma altura de la temporada: a finales de julio, el año pasado se produjeron 54 rescates mientras que este han sido 85. En cambio, el año pasado se nos requirió para 2.225 asistencias sanitarias y, en este, solo llevamos 1.404. Ahora, para una buena comparación no valen solo las cifras. Hay que tener en cuenta otros factores, como la cantidad de días que ha hecho mucho calor, las condiciones del mar... Es probable que el verano pasado las temperaturas no fueran tan altas y la afluencia de gente al mar fuera menor.
«Este año se han registrado ya 85 rescates frente a los 54 de 2024 en el mismo plazo. Depende de muchos factores: este verano ha hecho mucho calor»
«Si voy a un concierto en el que hay multitudes, lo primero que hago es fijarme en dónde están las salidas de emergencia»
–Cuando usted en su día libre entra en una playa en agosto o cuando se va a hacer una ruta de montaña, ¿qué es lo primero que mira para su seguridad?
–En la playa localizo donde está el puesto de socorrismo, controlo el color de la bandera y me fijo en las condiciones del mar. También tengo en cuenta si los socorristas están en la torre o patrullando por el agua y si han puesto o no balizamiento en el mar para avisar de las corrientes... Nadie va a bañarse pensando en los peligros ni en que vaya a sufrir un incidente, pero es muy importante evitar los lugares de baño de riesgo. Si voy a un concierto en el que hay una multitud, siempre sé dónde está la salida de emergencia, por si ocurriera algo. En la montaña es necesario saber dónde se pierde la cobertura del móvil y dónde se recupera. También cuál es el primer lugar donde te vas a encontrar a alguien que pueda prestar ayuda. Estar atento evita muchos problemas.
-Hablemos de las negligencias. ¿Cuáles son las más habituales y cuáles las peores?
-La verdad es que el porcentaje de personas insurrectas es residual. Pero te hacen cosas como pasar por delante del cartel que acota una zona prohibida para el baño, colgar allí las gafas de sol y meterse en el agua. Son muy pocos. La inmensa mayoría respeta las señales y atiende cuando les llamas la atención.
-¿El verano es el momento más delicado del año y en el que se debería tener más cuidado pese a que parece que impera el relajo vacacional?
--Desde luego que en verano los profesionales tenemos más trabajo. En Cantabria se nota mucho el auge del turismo. Cada vez hay más usuarios tanto en las playas como aficionados a la espeleología. Desconozco si influye en el número de emergencias el hecho de que estemos más relajados en todos los sentidos... Pero sí sé que es vital tener presentes los riesgos cuando se planea hacer algún tipo de excursión.
-Cruz Roja cubre en 2025 las playas en 14 ayuntamientos de Cantabria. Hace años las quejas por la falta de medios era recurrente. ¿Esos tiempos quedaron atrás?
-Sí. El sector se ha ido profesionalizando y tecnificando. Cada vez tenemos más profesionales que conocen bien la cadena del protocolo a seguir ante cada tipo de emergencia. Todo el personal de las playas está formado para distinguir lo grave y urgente y contamos con un centro de operaciones que funciona como un cerebro al que recurren todos los medios que hemos repartido por el litoral. Ante cualquier incidente se pone en marcha el recurso correspondiente. Para la gestión operativa, funcionamos con una aplicación en la que se registran en tiempo real todas las actuaciones y quedan grabados los datos. Esta es la forma en la que debemos funcionar. Hoy, en el dispositivo directo de las playas contamos con 308 personas contratadas. El resto del año, los voluntarios son la parte esencial de los equipos preventivos.
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