Los resfriados regresan y se sitúan en Cantabria en niveles de «un otoño prepandemia»
La relajación de medidas y un mayor contacto social dan paso a los catarros «habituales» en estas fechas y que apenas se registraron en 2020
En el otoño de 2020 el covid protagonizó gran parte de las consultas en los centros de salud, eclipsando al resto de infecciones respiratorias ... habituales de la época. Ni siquiera la gripe, que acostumbra a elevar la presión hospitalaria en los meses de frío, se notó. Las restricciones, con la mascarilla como principal aliada, se encargaron de reducir la presencia de otros virus estacionales, sobre todo entre los más pequeños. Sin embargo, ahora la situación ha cambiado. La caída de la incidencia del coronavirus y la relajación de las medidas sanitarias empiezan a repercutir en las citas de Atención Primaria, donde recuperan el ritmo de trabajo habitual en estas fechas.
«Hemos vuelto a la normalidad en el nivel de infecciones respiratorias», explica Alberto Bercedo, pediatra recién trasladado al centro de salud de Los Castros, en Santander. Los resfriados regresan a las consultas, lo que provoca que las cifras actuales se ajusten más a las de un «otoño prepandemia» y se alejen del insólito escenario de octubre de 2020 cuando apenas hubo rastro de bronquiolitis entre los menores de dos años, nada que ver con el volumen de urgencias e ingresos hospitalarios de años anteriores. Eso sí, con el comienzo del curso escolar y la vuelta a las guarderías, «estamos en plena subida de casos», añade el pediatra, lo que significa que los más pequeños ya empiezan a «circular» y a juntarse en las clases.
Habla ahora de «repunte» porque el verano ha sido «atípico». Durante la temporada estival en ningún momento se ha producido «un parón» en la incidencia. Este año el trabajo de los pediatras en los centros de salud no ha cesado, los resfriados pasaron de ser un virus de otoño a aumentar su presencia en verano. No sólo eso, también habían dejado de acudir pacientes con otras patologías, como crisis asmáticas, «y ahora llevamos desde el 20 de septiembre con bastantes casos».
«Los casos de infecciones respiratorias ya han vuelto al nivel normal para el mes de octubre. Es más, ahora están en plena subida»
Alberto Bercedo - Pediatra en Atención Primaria
«Vemos bastantes cuadros catarrales, los de siempre en épocas de tránsito y enfriamientos víricos por cambios de temperatura»
Gema Suárez - Médico Medicina Familiar
En ese aumento de infecciones respiratorias en comparación con el año pasado tiene que ver el aumento del contacto social que suele acompañar a la flexibilización de las restricciones, un movimiento que favorece la transmisión. No obstante, las medidas vigentes todavía juegan un papel importante. La mascarilla es la principal barrera de protección, pero también influye cómo la pandemia, de algún modo, «nos ha cambiado la forma de vivir», señala Montserrat Matilla, doctora en el centro de salud de la calle Vargas y vicepresidenta primera del Colegio de Médicos. Cuando el pequeño tose o muestra algún síntoma catarral, lo normal es que los padres «no le llevan al colegio» y eso permite poner freno a los contagios. Algo que antes de la crisis sanitaria no ocurría a pesar de los consejos de los profesionales sanitarios. Y ese ha sido uno de los factores de protección clave.
Es precisamente en infantil y en grupo de escolares donde «más cuadros catarrales vemos», coincide Gema Suárez, presidenta de la Asociación Cántabra de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) y trabajadora en el SUAP de Cotolino, en Castro Urdiales. La mayoría de los casos también son «enfriamientos víricos» relacionados con los cambios de temperatura. En todo caso son los virus habituales de las «épocas de tránsito», comenta. Lo que procede en estas fechas, es decir, «un resfriado común» que se traduce en congestión nasal, estornudos, mucosidad, dolor de garganta... «Son catarros leves de vías altas», resume Suárez. En general sin fiebre y que se pasan con «un par de días en casa».
Pilar Manterol, del SUAP de Astillero y vicepresidenta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Cantabria (Semergen), coincide en el aumento de casos relacionados en su mayoría con la temperatura «sales de casa con sol y luego te quedas frío». Aunque matiza que a las urgencias, de forma presencial, «acuden sobre todo pacientes de entre 35 y 60 años».
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