Revilla confirmará hoy si hay dimisiones tras 48 horas de análisis del sumario
Pese a la presión de la oposición, que reclamaba ceses inmediatos, el presidente pidió tiempo a comienzos de semana para bucear en los 4.080 folios de la causa
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, dará a conocer hoy sus «decisiones» sobre las responsabilidades políticas que puedan derivarse del escándalo de corrupción ... protagonizado por un funcionario de Obras Públicas. Confirmará, tras leer a fondo los 4.080 folios de sumario a los que ha accedido el Gobierno al entrar como personado en la causa, si hace o no lo que le reclama la oposición desde hace días y cesa al titular de la Consejería, José Luis Gochicoa (PRC). Tanto PP como Cs y Vox consideran también insostenible la continuidad de Manuel Domingo del Jesus, actual director general de Obras Públicas y número dos del departamento.
¿De qué dependerán estas decisiones? Según el jefe del Ejecutivo, lo que los jurídicos llevan 48 horas buscando en el sumario es si la jueza apunta a algún cargo político, ya sea por su implicación directa o por la existencia de indicaciones de irregularidades sobre las que no se percató. En base a eso, Revilla anunciará hoy las decisiones en una rueda de prensa convocada a las 11.00 horas en la sede del Gobierno de Cantabria en Peña Herbosa.
Desde el comienzo, el PRC ha mantenido la teoría del 'garbanzo podrido' para explicar que el asunto se circunscribe a un único funcionario corrupto sobre el que debe caer todo el peso de la ley y que no hay cargos públicos implicados. En esa tesis se mantienen, pero también es cierto que Revilla ha ido variando su discurso. Si el pasado viernes ni siquiera hablaba de la posibilidad de dimisiones, a principios de esta semana ya abrió la puerta a esta posibilidad.
Al mismo tiempo, el PRC ha avisado de que tomará acciones legales contra los «bulos» que relacionan a cargos y militantes del partido con las empresas investigadas. «Es terrible la carroña que hay ahora en política», dijo el miércoles Revilla, que lamentó el afán de algunos partidos «por destruir al rival».
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