Las sanciones por exceso de velocidad cayeron en Cantabria un 48% en 2024
Los expertos apuntan a varias causas: obras en las carreteras, más densidad de tráfico y cuestiones de mantenimiento o averías de los aparatos
El colectivo Automovilistas Europeos Asociados (AEA) lanza todos los años un informe detallado con los datos de los radares más sancionadores del país. Los ... segrega por comunidades y analiza la evolución de las multas a lo largo de los años, comparándolos, lo que arroja datos curiosos como el que registra Cantabria en 2024, con una caída de hasta el 48% de las sanciones por exceso de velocidad respecto a 2023. «Es un descenso muy acusado, sorprendente», analiza Mario Arnaldo, presidente de AEA, sobre una cifra que abre el debate acerca de las causas. ¿Son los conductores cántabros más cautos? ¿Existe alguna cuestión técnica que explique el descenso? Tras la consulta a los diferentes expertos se llega a la conclusión de que existe una miscelánea de motivos.
De los nueve radares que existen en Cantabria hay cuatro que registran el descenso más acusado de las sanciones: el de la A-67 que se encuentra a la altura de Barreda, en el kilómetro 185 en dirección a Torrelavega, cuyas cifras pasaron de las 18.500 penalizaciones en 2023 a las 7.900 en 2024; el de la A-67 a la altura de Bezana, en el kilómetro 195, en dirección a Santander, que pasó de las 19.600 sanciones a las 9.100; el que se encuentra también en la A-67 a la altura de Boo de Piélagos, en el 191 también hacia Santander, que redujo la cuantía de multas de las 12.500 a las 7.400 y el de Saltacaballo, en la A-8, correspondiente con el kilómetro 144, que redujo las notificaciones de las 19.100 de 2023 a las 4.100 de 2024.
Las cifras
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4% aumentó el número de sanciones, de media, en todo el país en 2024.
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9 radares están instalados en Cantabria aunque no están operativos todo el año.
Son todos puntos donde las sanciones han caído de forma drástica. Radares que explican, en mayor medida, esa cifra global de caída que presenta la región. «Cada caso tiene sus razones posibles para explicar ese descenso en las sanciones», afirma José Miguel Tolosa, jefe Provincial de Tráfico.
Las frases
Dirección General de Tráfico
José Miguel Tolosa
«Las obras de la A-67 y la mayor densidad de tráfico están obligando al conductor a circular más lento y más atento»
AEA
Mario Arnaldo
«Lo lógico es imaginar que existe alguna explicación técnica como averías y mantenimiento de algunos radares»
El primero que se destaca, el de Barreda, parece encontrar sentido en la complicada gestión de las obras del nudo de Torrelavega, que han obligado a hacer cambios diarios de la vía con estrechamientos, modificaciones de dirección, desviaciones... «todo eso hace que el conductor reduzca la velocidad porque no conoce la carretera y presta mucha más atención. Además, hay que tener en cuenta que hay también mayor densidad de tráfico, y todo ello hace que se circule más lento y con más cuidado», señala el responsable de la DGT en Cantabria. Es una circunstancia que se extiende hasta el siguiente punto de control que registra en Bezana un notable descenso de multas. «Las obras del tercer carril están causando también esos cambios que condicionan el tráfico y que al final obligan al conductor a circular a menor velocidad y con cien ojos en la carretera», insiste Tolosa.
El siguiente, a la altura de Boo de Piélagos, puede adolecer de la misma condición; pero en Saltacaballo la circunstancia es diferente. «Allí no se están haciendo obras. Allí, lo lógico, es que se trate de una cuestión práctica de operatividad de la instalación, algo que por otro lado también podría estar influyendo en el resto», agrega el representante de la DGT en Cantabria. Coincide en ello el representante de los automovilistas asociados: «Cuando miramos la cifra global de España y vemos que las sanciones se han incrementado aunque sea sólo un 4%, resulta muy raro, muy, pero muy extraño, que en Cantabria la tónica sea la contraria y además en esa medida tan grande», señala Mario Arnaldo. «Lo lógico aquí no es pensar que exista sólo una mayor concienciación del conductor en la región, que también pudiera ser. Lo lógico es imaginar que hay una explicación más técnica a esta estadística».
Esa explicación pasaría por la desactivación de estos radares durante largos periodos de tiempo. «Son instalaciones que han de superar una revisión anual para seguir siendo operativas y conservar su calidad sancionadora; y las averías aparecen y a veces no son subsanables en un corto periodo de tiempo». La Dirección General de Tráfico en Madrid, que centraliza la operatividad de cada uno, no los mantiene continuamente 'encendidos'.
Por otra parte, desde la DGT apuntan que «podríamos decir que hasta el 97% de las multas son excesos de menos de 30 kilómetros por hora». No suponen una sanción grave, y se resuelven con el abono de una multa de 100 euros, que se quedan en 50 si son de pronto pago. «Quiero decir con esto que el infractor cántabro suele tener el perfil del conductor que se despista, no el de alguien que tiene una conducción manifiestamente temeraria», matiza Tolosa, que insiste en que Cantabria es una de las regiones donde más responsabilidad se muestran al volante.
El nuevo radar de tramo de Saltacaballo multará a partir de septiembre
A partir de septiembre habrá otro radar que elevará el contador de sanciones por exceso de velocidad en Cantabria: el de Saltacaballo que vigila los seis kilómetros que separan la salida de Castro-Sámano hasta Ontón (en el límite con Vizcaya), ya operativo desde principios de agosto después de un año de demora por problemas técnicos con el inversor de corriente. En ese tramo, el límite de velocidad se ha subido a 100 km/h, pero la DGT no descarta volver a bajarlo a 80 si después de unos meses de prueba la siniestralidad aumentara.
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