Sólo un 10% de los bares de ocio nocturno prevé adelantar el horario de apertura
Los empresarios buscan el modo de rentabilizar la oportunidad que les brindará la ley para reabrir los negocios a partir de este sábado hasta la una de la madrugada
Si no hay sobresaltos, el Parlamento modificará hoy la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas para que cualquier bar pueda abrir a partir de ... este sábado hasta la una de la madrugada con independencia de su licencia. Pero la medida con la que el Gobierno pretende mandar un balón de oxígeno a un sector tocado, se antoja según los empresarios insuficiente. El permiso no incluye a las discotecas, que seguirán clausuradas desde que el pasado 17 de agosto se ordenara el cierre de todos los locales con licencia especial; y sólo un 10% de los pubs que hoy permanecen cerrados tratarán de rentabilizar la oportunidad adelantando horarios de apertura.
«Sólo unos pocos vamos a intentarlo, apenas un 10%», afirma Ángel Marina, propietario del Dr. Jekyll, en la calle santanderina de Daoiz y Velarde. Conoce las pretensiones de sus compañeros de negocio y sabe que no va a ser fácil. «Está bien la medida, es un paso, pero es muy complicado cambiar toda la filosofía con la que nos pusimos en marcha porque los locales están preparados con unas luces y una música que son para la noche, pero hay que adaptarse y esperar que funcione», afirma.
Dice que antes de que estallara la crisis sanitaria todo comenzaba a las diez y media de la noche, que ahora tendrá que adelantar la apertura a las siete de la tarde, y esperar que el público responda. «Hemos intentado ganar espacio a la calle, peatonalizar este barrio y crear una gran manzana, como sucede en otras ciudades. Algo que nos daría una segunda vida a los locales con terrazas. En el Ayuntamiento nos dieron el visto bueno, pero a día de hoy nadie sabe nada», lamenta.
«Está bien la medida, pero para nosotros va a ser muy difícil adaptarnos a un nuevo horario porque los locales están preparados para la noche»
Ángel Marina -Dr. Jekyll
«Siempre hemos abierto a las seis de la tarde, pero ahora lo vamos a adelantar a las cuatro. Y sábados y domingos estaremos también al mediodía»
Víctor García- Lo que diga la rubia
Dos horas antes
A Víctor García, propietario de otro pub, Lo que diga la rubia, en la calle Pasadizo Zorrilla, sólo le queda apostar por la misma estrategia. «Antes abríamos a las seis de la tarde y ahora lo vamos a adelantar a las cuatro. Los domingos incluso estábamos desde el mediodía porque como tenemos un futbolín y la gente viene a tomar cañas, hay negocio. Ahora incluso estamos barajando abrir desde el mediodía también el sábado». Adaptarse o morir, no queda más oportunidad en los tiempos de pandemia que corren, poblados, sobre todo, de incertidumbre.
Es la principal queja de los empresarios del sector, que el pasado 16 de septiembre tomaron las calles de Santander para protestar frente a la sede del Gobierno regional en Peña Herbosa por la situación «insostenible» del negocio. Critican que aún no conocen las condiciones en que podrán reabrir este sábado; cómo deberán solicitar el cambio de uso de sus locales; qué libertad de movimientos les deja la ley para contratar al personal que mandaron a los ERTE en agosto; y en qué consiste la firma de la declaración responsable que será condición indispensable para obtener el permiso.
«Con este permiso a nosotros nos devuelven la vida porque aunque tenemos licencia especial, sobre todo tenemos servicio diurno»
Pedro García- Siboney
«Nadie sabe nada y así no se puede hacer nada. Las asociaciones no saben nada, los compañeros no saben nada y aquí estamos esperando. Porque lo que no podemos pretender es poner las condiciones el viernes y que el sábado estemos todos abiertos», critica Antonio Gorochano, propietario del bar Ventilador, en Cañadío. «Ya nos da igual estar un par de días más cerrados. Hay que hacer las cosas bien. No estamos para pagar una multa, y encima el tiempo no va a acompañar este fin de semana, así que no hay prisa».
Ninguna de esas dudas inquietan a los propietarios de discotecas. Ellos continuarán acumulando polvo en las barras. «No lo vamos a tener permitido pero es que aunque lo permitieran, no abriríamos porque cerrando a la una de la madrugada es imposible rentabilizar nuestro negocio», acredita Goyo Balenciaga, propietario de la discoteca Rockambole, en Hernán Cortés.
«Las discotecas no vamos a poder abrir, pero, aunque pudiéramos, no lo haríamos porque cerrando a la una de la madrugada es insostenible»
Goyo Balenciaga - Rockambole
«Tienen que aclarar bien las condiciones en las que se puede abrir porque no estamos para soportar ninguna multa. A ver si para el sábado está claro»
Antonio Gorrochano - Bar Ventilador
Si hay unos claros vencedores en esta complicada situación son los pocos casos que, como la cafetería Siboney (calle Castelar), aglutinan el grueso de su negocio en el día pero se vieron obligados a cerrar el 17 de agosto por poseer licencia de bar especial. «Nosotros tenemos un 90% del servicio diurno; pero como también damos copas, teníamos ese permiso especial. Con esta modificación a nosotros nos devuelven la vida, pero entiendo que somos un caso muy concreto», aclara su propietario, Pedro García.
Los empresarios piden «flexibilidad con la contratación del personal en ERTE»
«Estamos en conversaciones con la Asociación de Hostelería porque ellos tampoco lo saben. Y es que es un problema económico», señala Pedro García, propietario de la cafetería Siboney. Cuando empresarios como él cerraron el pasado 17 de agosto tuvieron que enviar a los ERTE al personal fijo y al contratado para el refuerzo en verano. «Ahora, al recuperarlos, tienen que cumplir los días que les quedaba de contrato cuando cerramos pero el negocio no es el mismo y perdemos dinero. Necesitamos mayor flexibilidad».
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