Suances 'vuela' sobre Costa Quebrada
El campo de fútbol de La Ribera se transformó anoche en un cine para visionar el capítulo del programa 'Volando voy', de Jesús Calleja, sobre el geoparque cántabro
Suances no es ajeno a las citas del verano. Pero pocas veces el campo municipal de fútbol de La Ribera ha acogido una noche como ... la de este jueves. El espacio se transformó en un improvisado cine al aire libre para ver el nuevo capítulo de 'Volando voy', el programa de Telecinco de Jesús Calleja, que sobrevoló y recorrió Costa Quebrada. El ambiente, desde una hora antes del inicio, era el de una reunión cercana y tranquila entre vecinos y visitantes. Risas, charlas, niños jugando, gente tomando algo en el chiringuito o en las mesas exteriores, y mucha expectativa ante el documental.
Con el sol ya caído y la fresca brisa propia de las noches cántabras de verano, el campo comenzó a llenarse. En el césped, doce sillas por fila frente a una pantalla grande, y en las gradas se agrupaban también familias enteras y grupos de amigos. Los niños correteaban y jugaban con balones en ambas porterías del campo, bajo la mirada cómplice de sus padres que se preparaban para la proyección. El aire se impregnaba de murmullos, risas, tintinear de latas y algunas bolsas de 'snacks' para el picoteo, en un ambiente cargado de cercanía y ganas de compartir un 'ratuco'. Mientras esperaban, el proyector emitía 'First Dates', que precedía a la emisión de 'Volando voy', y la organización aprovechaba para probar el sonido y poder garantizar que nada fallara en la transmisión.
Veinte minutos antes, con la pantalla en blanco y todo listo para el comienzo, que estaba previsto para las 23.00, sonaba un discurso grabado por los altavoces: «Buenas noches, Suances, gracias por acompañarnos en esta cita especial. Nuestra villa aparece en 'Volando voy' y queremos vivirlo juntos aquí, en el campo de La Ribera». También se hizo un reconocimiento a los voluntarios que remodelaron los vestuarios y cuidaron el césped del campo, además de destacar el esfuerzo colectivo.
«Cuando nos propusieron salir en televisión, dudamos, porque pensamos que en nuestro pueblo hay cosas más importantes que tratar… pero no podíamos dejar pasar esta oportunidad», explicaba una de las voces de la grabación. Durante esta intervención, también se agradeció de forma especial a las futbolistas por su implicación en el proyecto, y a todas las personas del municipio que aportaron tiempo y herramientas para que el campo estuviera en condiciones óptimas.
Poco a poco, las filas se fueron llenando. El público, compuesto por personas de todas las edades (desde bebés en carritos hasta los abuelos), compartía conversación, cervezas y entusiasmo. Cinco minutos antes de la hora prevista para el inicio de la emisión, se apagaron todas las luces, pero se volvieron a encender tan solo un minuto después. No fue hasta las 23.15 que comenzó la proyección. Una voz anunció el inicio del episodio con un efusivo «Buenas noches, Suances». La proyección dio comienzo con planos aéreos de la Costa Quebrada, donde Jesús Calleja pilotaba el característico helicóptero del programa acompañado por cinco jugadoras del equipo femenino local, la Sociedad Deportiva San Martín de la Arena. La emisión recogió testimonios de vecinos que narraban la importancia del fútbol de mujeres en la comunidad. «Ha creado una conexión entre todo el pueblo, especialmente entre los niños«, explicó una residente de Suances que figuraba en la grabación, mientras otra añadía con humor que «no oyes una mala palabra hacia los niños ni a los árbitros».
El programa también incluyó detalles sobre la remodelación de los vestuarios, una mejora muy esperada por las jugadoras que, hasta entonces, tenían que cubrirse con lonas para cambiarse durante los entrenamientos. El capítulo mostró cómo el equipo celebró la noticia con alegría y unión. En ese momento, la lluvia comenzó a hacer acto de presencia y obligó a muchos a buscar refugio en las gradas, aunque la atmósfera no perdió un ápice de energía.
Triste pero bonito
Este episodio no solo reflejó la historia del fútbol en el municipio, sino que también tuvo momentos emotivos como la conversación de Calleja con una mujer ucraniana que tuvo que huir de su país junto a su familia y encontró en Cantabria un nuevo hogar. Su relato conmovió a los asistentes, que no dudaron en mostrar su apoyo con comentarios espontáneos. «Triste pero bonito», decía una mujer desde la primera fila. Hubo incluso aplausos espontáneos en varios momentos, sobre todo cuando aparecían los vestuarios renovados, o cuando las jugadoras relataban lo que significaba para ellas tener un lugar propio. Ese orgullo compartido fue una de las emociones que más se repitió entre los presentes.
A pesar de algunos breves cortes técnicos, la atención del público se mantuvo firme hasta el final, cuando Jesús Calleja y las jugadoras cerraron la noche con un «¡Viva Suances, viva el equipo San Martín de la Arena!», antes de aterrizar. Con los últimos aplausos y agradecimientos por los altavoces, el público se dispersó bajo la brisa nocturna, tras una velada en la que televisión, fútbol y vecindad se dieron la mano.
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