PRC, PP y Cs se suman a la concentración para denunciar el «caos» en Cercanías
Los convocantes agradecieron su presencia, aunque les exigieron un «cambio en el modelo de transporte»
Algo más de un centenar de personas volvió a concentrarse este jueves por la tarde frente a la estación de tren en Santander ante el ... deterioro por el servicio de Cercanías. Retrasos, reducción de frecuencias, trenes que se averían y un caos traducido en escenas como la del propio personal sin saber responder por los horarios de los trenes. Nada nuevo en unos últimos meses de desconcierto que, lejos de servir para mejorar, han aumentado la crispación y las molestias entre los usuarios (como ha reflejado semanalmente este periódico). Pero la convocatoria de este jueves tuvo un matiz distinto –y relevante–. En ella se dejaron ver altos cargos de distintos partidos. Por primera vez. De los que están en el Parlamento, PRC, PP y Cs (también había de IU, más allá de la representación regional). Se sumaron a la protesta, aunque no les gustó todo lo que escucharon y hasta entre ellos hubo alguna 'puya'. «Menos AVE y más cercanías», gritaban los que sostenían la pancarta central. Eso, o las críticas a los Gobiernos de PP y PSOE por su gestión en otras legislaturas sonando por megafonía.
Lo que repetían en sus consignas los convocantes –las Mesas de Movilidad del Besaya y de la Bahía de Santander y la Plataforma Cantabria por lo Público– se puede resumir en dos ideas. Lo primero que piden, de forma inmediata, es una moratoria en la puesta en funcionamiento de la actualización 4.1. del sistema de seguridad ASFA en todas las unidades, que se ha traducido en viajes más lentos y en cancelación de trenes. «Lo que exigimos es que no se recorten trenes. En pleno 2022 y hablando de cambio climático deberían poner más, no menos. Porque lo que provocan es que los usuarios tengan que coger el coche. Por eso pedimos una moratoria en la implantación de esta versión del sistema (los trenes ya tienen una instalada) hasta que las vías estén preparadas y que vuelvan a poner los trayectos como antes», resumía Sergio Tamayo, que es trabajador de Renfe y ejerció de portavoz de la protesta. Pidieron, incluso, «dimisiones» en Adif y la propia Renfe.
Pero también insistieron en la consigna de «menos AVE y más Cercanías», solicitando un cambio de rumbo en la gestión y en los objetivos. «Aquí hay muchos políticos y hay que cambiar el modelo, porque está equivocado». O sea, que sí agradecieron la presencia de los partidos («es muy importante», dijo Tamayo), pero les indicaron que llevan años «cometiendo un error».
Y ahí los regionalistas fruncieron el ceño. «Es hora del AVE y de mejorar las Cercanías. No es incompatible. Exigimos y reivindicamos lo que nos corresponde. Y que no se compren trenes desde hace años o denunciar lo que está pasando con los horarios y las cancelaciones no es incompatible con el AVE», defendió Paula Fernández Viaña, que acudió en calidad de secretaria de Organización del PRC junto a otros altos cargos regionalistas (el senador José Miguel Fernández Viadero, por ejemplo). Defendió el trabajo de su partido en el Congreso y en el Senado y recordó, por ejemplo, los millones consignados en los Presupuestos Generales o la comparecencia que han pedido de la ministra para conseguir «una moratoria» en la implantación del sistema de seguridad. «Porque esto supone la muerte de Cercanías si se siguen empeñando en ponerlo. Y es una decisión política. Está pasando aquí y en Asturias, pero no en el País Vasco. ¿Por qué?», se preguntó.
Allí al lado estaban los representantes del PP. Y, entre ellos, el diputado Roberto Media, que ya había lanzado durante el día a la bancada regionalista que «no se puede estar en misa y repicando» cuando supo que iban a asistir a la protesta. A su juicio, «resulta curioso» que el PRC, «que gestiona las competencias del transporte en Cantabria, realice manifestaciones públicas de sus consejeros como si no pudieran hacer nada ante el caos de las Cercanías que desde hace meses perjudica gravemente a los usuarios de nuestra comunidad autónoma».
De hecho, Media registró varias preguntas al respecto en el Parlamento. Sobre todo, por el hecho de que la versión 4.1. del ASFA se instalase en la línea Santander-Liérganes justo después de que la Cámara regional instara al Gobierno de España a frenarlo. «¿Considera el Gobierno de Cantabria aceptable que el de España incumpla de forma tan lamentable las decisiones del Parlamento?», fue una de las cuestiones que planteó.
Pero a los populares también les tocó escuchar el reproche de los convocantes «porque los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE abandonaron las líneas convencionales» cuando les tocaba.
Puestos a 'atizar', desde Ciudadanos acusaron a Pedro Sánchez de «continuar menospreciando un eje vertebradir del territorio», lo que «condena a muchos municipios al aislamiento». Lo dijo su secretario de Comunicación, Enrique Gordaliza, que insistió en que los cántabros «estamos hartos de ver cómo nos ningunean desde Madrid» y comparó el tren «con ir en diligencia».
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