Valdecilla reconstruye el pezón tras el cáncer de mama a través de la micropigmentación
El hospital ha aplicado desde mayo esta técnica a treinta pacientes, mejorando así la autoestima y la sensación de integridad corporal
La recuperación tras una mastectomía no termina en el quirófano. Más allá de la cirugía reconstructiva, muchas mujeres señalan la ausencia de la areola y el pezón como un recordatorio constante del cáncer. Para cerrar ese círculo, la Unidad de Mama del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) ha incorporado desde mayo la micropigmentación areolar, un procedimiento que ya ha beneficiado a unas treinta pacientes y que se convierte en parte esencial de la atención integral.
La coordinadora de la Unidad de Mama, Sandra Arias, explica que se trata de un número inicial «que el equipo confía en ampliar progresivamente para dar respuesta a toda la demanda existente en Cantabria». El procedimiento, realizado por enfermeras con formación específica, dura unas dos horas y permite recrear la areola con pigmentos minerales seguros. A diferencia del tatuaje convencional, los pigmentos utilizados no interfieren en pruebas radiológicas ni generan riesgos adicionales para pacientes sometidas a quimioterapia o radioterapia. El resultado tiene un efecto directo en la autoestima y la sensación de integridad corporal de las pacientes, según destacan desde la propia Unidad.
En España, hospitales públicos de referencia como La Paz en Madrid o el Clínic de Barcelona han incorporado esta técnica, y poco a poco se va extendiendo a otras comunidades. Cantabria se suma ahora a este grupo de centros que ofrecen micropigmentación areolar dentro de la sanidad pública, aumentando la equidad en el acceso a cuidados estéticos y funcionales tras la reconstrucción mamaria. Los especialistas recuerdan que la recuperación física tras el cáncer de mama no es suficiente si no se acompaña de apoyo emocional.
La puesta en marcha del servicio ha requerido coordinación entre la Unidad de Mama, la Dirección del Hospital, la Unidad Docente de Enfermería y el Servicio de Radioterapia, que cedió una sala de dermoestética para realizar las sesiones. Las enfermeras recibieron formación especializada en otoño de 2024, impartida por Carmen García Retorta, experta en micropigmentación y enfermera de quirófano del Hospital Universitario La Paz. El procedimiento se realiza en la consulta de enfermería, en un entorno seguro y confortable. Tras la primera sesión, las pacientes vuelven a las cuatro semanas para un posible retoque y, después, se establecen revisiones periódicas anuales, como cualquier consulta de tratamiento de enfermedades crónicas.
En el panorama nacional, se diagnostican cada año unos 34.000 nuevos casos de cáncer de mama —475 en Cantabria—, de los cuales cerca de 20.000 requieren una mastectomía. Aproximadamente un 30% de estas mujeres accede a la reconstrucción mamaria, lo que supone unas 6.000 intervenciones anuales, y de ellas, entre un 30% y un 40% recibe también la reconstrucción del complejo areola mediante micropigmentación. Esto sitúa la cifra estimada entre 1.800 y 2.400 procedimientos cada año en el país, una magnitud que coincide con los datos que aportan algunas comunidades autónomas: en Cataluña se realizan alrededor de 900 micropigmentaciones anuales, en Euskadi más de 2.000 mujeres han sido atendidas desde la implantación del servicio hace años y en hospitales de referencia como el de Getafe en Madrid o La Fe en Valencia también se han consolidado programas específicos para este tipo de reconstrucción.