«Vamos en picado hacia la ignorancia y la falta de respeto»

-¿Qué haría si fuera presidenta de Cantabria?

-Partimos de un supuesto imposible. No sé qué es lo que hay que tener para dedicarse a la política, pero yo no lo tengo. ¡Este año me ha tocado ser presidenta de la comunidad de vecinos y ya estoy agobiada..! Hay que tener mucho arrojo para gestionar asuntos propios y ajenos, sabiendo que lo que uno decida va a repercutir en la vida de mucha gente.

-Primera medida que tomaría si se cumpliera ese supuesto imposible.

-Ver cómo se puede mejorar todo lo que concierne al empleo. Pero todo es volver a lo mismo, qué fácil es hablar.

-¿A quién ficharía como asesores?

-Seguramente recurriría a la Universidad, allí se supone que están los que dominan cada área del saber, los expertos que están enseñando esos conocimientos a quienes en el futuro han de dirigir esta comunidad y este país. Y me rodearía de profesionales de reputación en su campo, que tampoco todo han de ser titulaciones universitarias, la práctica del trabajo igualmente hace expertos.

-¿Cuál sería su obra prioritaria?

-Prioridad extrema para mí tiene la educación. Después del empleo, o diría que a la par. Pensaría en una reforma a fondo. Estamos muy perdidos, y cada ley de educación es peor que la anterior. Se diría que hemos renunciado hasta a intentarlo, que hemos tirado la toalla. Se ha perdido el concepto del esfuerzo y no sé si alguna vez se podrá recuperar. Vamos en picado hacia la ignorancia y la falta de respeto a todo, que en realidad son sinónimos.

-¿Cómo ahorraría dinero público?

-Mucho control, y nada de despilfarro. Que nadie en la Administración pública pueda gastar un euro sin justificar y sin hacerse responsable de los gastos que firma.

-Lo que no haría jamás.

-Votar afirmativamente o negativamente cosas con las que no estoy de acuerdo. Eso de la disciplina de voto no sería para mí...