Los votos cántabros en el exterior deciden este viernes si Vox mantiene su diputado o si lo gana el PP
Los populares necesitan en el recuento salvar los 428 apoyos de diferencia de la noche electoral y, a partir de ahí, sumar tres papeletas nuevas por cada una que coseche la lista de Emilio del Valle
A las ocho de la mañana de hoy ha comenzado en el complejo judicial de Las Salesas el recuento del voto de los cántabros ... que residen en el exterior. Aunque sea festivo en Cantabria, los integrantes de la Junta Electoral Provincial se pondrán manos a la obra al igual que sus compañeros del resto de España. Más allá del morbo que puede generar saber si las preferencias de quienes residen fuera de la región son las mismas que las de los que depositaron su papeleta en urna o a través de Correos -esas dos modalidades se escrutaron el mismo 23J-, en esta ocasión el conocido como voto CERA puede tener consecuencias en el reparto de los cinco escaños de Cantabria. Porque en la noche de las elecciones generales Vox se hizo con el quinto diputado por la mínima. Tan estrecho fue el margen que de haber logrado 428 apoyos más la candidatura que encabezó Félix de las Cuevas el PP habría alcanzado los tres representantes, y no los dos con los que tuvo que conformarse, los mismos que el PSOE, segunda fuerza política.
Ese estrecha diferencia es la que esperan salvar ahora los populares con el voto exterior con el objetivo de que Vox pierda su único diputado -el que por ahora mantiene Emilio del Valle- y lo gane Valentina Martínez, la tercera en la lista del PP. En aplicación de la ley electoral, para que Alberto Núñez Feijóo gane para su causa el tercer diputado por Cantabria hace falta que, en número total de votos -sumando los ya escrutados y los que se conocerán hoy en Las Salesas-, las papeletas del PP sean el triple que las de Vox. En la noche electoral los populares no triplicaron a falta de esos ya famosos 428 votos de diferencia.
Entonces, ¿si el PP tiene hoy 428 papeletas más que Vox logrará su objetivo? Pues no, es un poco más complejo para suerte de Emilio del Valle y desgracia de Valentina Martínez, el principal perjudicado y la principal beneficiaria, respectivamente, de un cambio en la distribución del escaño. Lo que tiene que ocurrir es que el PP salve primero ese margen de 428 votos de desventaja y, posteriormente, que los populares tengan tres voto del extranjero por cada uno que sume Vox. Solo así se mantendrá esa proporción de 1 a 3 que establece la ley D'Hondt que rige en la distribución de diputados. Si estuvieran disputando el segundo diputado tendrían que doblar y si fuera el cuarto habría cuadruplicar.
No es sencillo, pero tampoco imposible teniendo en cuenta las cifras que se manejan. Según el censo electoral, los cántabros residentes en el exterior rondan los 42.000, la mayoría en Argentina, Venezuela, Cuba y otros países de Hispanoamérica, además de estados de la UE como Francia, Reino Unido o Suiza. Lo que ocurre es que la participación no suele ser tan elevada como los cántabros del interior, que el 23J fue del 75%. Lo normal es que esté por debajo del 10%, por lo que si en las sacas procedentes de las embajadas llegan alrededor de 5.000 sobres, el porcentaje ya sería elevado teniendo en cuenta la serie histórica.
La referencia de las elecciones de abril de 2019 no es válida. Aunque entonces ejercieron su derecho 1.853 cántabros en la diáspora, es verdad que en aquel momento todavía existía el sistema de 'voto rogado' que complicaba mucho el proceso y desincentivaba la participación. En las autonómicas del pasado mayo sí que funcionó ya el nuevo sistema de voto, mucho más accesible: entonces la cifra fue de 2.400 papeletas. Sobre 2.500 votos esperan recibir hoy en la Junta Electoral, aunque son estimaciones porque no tienen cifras oficiales.
Cuanta mayor sea la participación, teóricamente más fácil tendrá el PP alcanzar a Vox porque históricamente este voto se suele concentran en los grandes partidos. En aquellas generales de abril de 2019, el ganador entre los cántabros en el exterior fue el PSOE, con 524 sufragios, seguido del PP (367), Ciudadanos (284), Podemos (266) y Vox (206). De repetirse esos números, a los populares no les valdría para lograr su tercer diputado porque no salvaría la diferencia de 428 votos ni triplicaría después cada uno de los nuevos votos de Vox.
Y tampoco si se repiten las cuentas de las últimas elecciones autonómicas del 28M, pese a que la victoria en voto CERA del PP fue bastante más contundente, con 825 papeletas frente a 303 de Vox. El rendimiento popular en la cita del 23J tendría que ser mucho mayor si quiere que Valentina Martínez -la gallega no tiene vínculos con Cantabria, pero aparece en la lista del PP regional por decisión de Génova- esté en el Congreso a partir de agosto. En cualquier caso, con independencia de lo que ocurra, el escaño bailaría dentro del bloque de la derecha, lo que no afectaría a la carrera por llegar a La Moncloa.
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