Radiografía de un violador en serie
El joven encarcelado por 17 agresiones sexuales colaboró con la Policía y señaló en un mapa de Valencia los lugares donde atacó a las jóvenes | Dos de las víctimas le suplicaron que no les hiciera daño, pero él consumó las agresiones
Ni delincuente violento, ni individuo introvertido, ni joven acomplejado. El violador del portal parece un tipo corriente y común si no fuera porque la Policía ... le atribuye 17 agresiones sexuales. Antes de ser encarcelado, Iván C. V., de 30 años y sin antecedentes penales, llevaba una doble vida en Meliana y Valencia con trabajos esporádicos, una buena relación con su familia y tenía aficiones como la escalada, la danza y la lectura. Nadie vio venir al depredador sexual, un monstruo para sus víctimas, pero un ciudadano educado y amable para sus vecinos.
Tras su detención el pasado 14 de abril, el joven se mostró arrepentido y colaboró con la Policía en el esclarecimiento de la oleada de delitos sexuales, algunos de ellos en grado de tentativa, que le atribuyen los investigadores. Iván no puso ningún impedimento cuando le tomaron una nuestra de ADN, confesó que había cometido agresiones, algunas con penetración y otras con tocamientos, e incluso señaló en un mapa de Valencia los lugares donde había atacado a sus víctimas.
El arrepentimiento del violador llegaba tarde, pero fue clave para esclarecer ocho delitos antes de que pasara a disposición judicial. Iván confesó que había cometido dos agresiones sexuales en el barrio de Benimaclet cerca de la rotonda de la torre Miramar, otras en los alrededores del Hospital La Salud y la zona de la avenida de Blasco Ibáñez, y de algunas tenía dudas o no recordaba las calles.
Pero el policía que dirigió los interrogatorios le refrescó la memoria en varias ocasiones con preguntas incómodas: ¿Alguna mujer le suplicó que la dejara y que no la agrediera sexualmente? Su respuesta fue afirmativa, y además añadió que las dos últimas víctimas le habían rogado que no les hiciera daño y aún así él no cesó en la agresión.
También declaró que era «totalmente consciente» de que las relaciones sexuales no eran consentidas, porque las víctimas pedían ayuda, chillaban e intentaban salir del patio. Con respecto a la violencia e intimidación que empleaba, Iván reconoció que les apretaba el cuello para que no pudieran chillar, y una vez propinó bofetadas a una víctima para someterla. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones «eran sumisas» y entonces no era necesario obligarlas, según su declaración.
El violador manifestó que le satisfacía más seguir e intimidar a mujeres por la noche sin llegar a consumar los delitos sexuales, como hizo en algunas ocasiones, que las felaciones y agresiones con penetración. Afirmó también que una vez provocó a una joven para que se defendiera de su ataque cerca de la estación de metro Amistat, y le complació el hecho de que ella le golpeara a él, según informa Las Provincias.
Iván solía llevar encima su teléfono móvil cuando atacaba a sus víctimas tras colarse en los portales en el momento que abrían la puerta, aunque en alguna ocasión lo dejó en su domicilio en Meliana. Cuando le preguntaron si grababa las agresiones sexuales, contestó que lo hizo las dos últimas veces, ya que pensaba que así las jóvenes no contarían nada, y días después borró las imágenes. Además, el violador les pidió datos personales, como sus nombres y perfiles de Instagram, y posteriormente observó sus fotos en las redes sociales.
Su intención era que se sintieran controladas e intimidadas para que no denunciaran los hechos, y de esta forma creía que sus delitos quedarían sin castigo. Nada más lejos de la realidad. Las dos víctimas llamaron a la Policía, que ya buscaba al violador en serie, y facilitaron a los investigadores algunos datos identificativos del agresor.
Pocos días después, dos agentes motorizados de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional (con indicativo 'Delta') detuvieron a Iván tras identificarlo en la calle por los datos que habían obtenido los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM).
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