Un más allá cercano
Filmoteca de la Universidad de Cantabria ·
Triunfa la colisión entre ese mundo vivo lleno de grisura y amargura y ese otro de los muertos pleno de colorido y efervescencia festivaContemplar el making off de 'La novia cadáver' es tan asombroso como la propia película. Ingenio, imaginación, recursos, coreografía, en una deliciosa conjunción de hechizos ... y pliegues entre la vida y la muerte. El cineasta Tim Burton, su artífice junto a Mike Johnson, siempre parece moldear su personalidad creativa, la del dibujante, escritor y animador, para inocularla a las criaturas que han ido habitando su pantalla; Beetlejuice, Batman, Eduardo manostijeras o el Charlie de la fábrica de chocolate. El cineasta ya confesó en su día su fascinación por la stop-motion porque a diferencia de la animación tradicional «puedes ver los sets en miniatura delante de ti y eso es algo que nunca deja de entusiasmarme».

-
País EE UU
Corpse Bride. 2005. 75 min. EE UU. Dirección: Tim Burton, Mike Johnson. Guion: John August, Caroline Thompson, Pamela Pettler. Música: Danny Elfman. Fotografía: Pete Kozachik. Voces: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Emily Watson. Género: Animación. Salas: Filmoteca UC. Jueves. 20 horas.
El creador lúdico y lúcido de numerosos mundos visuales dijo que no podía imaginar 'Pesadilla antes de Navidad' de otra manera, lo que tuvo su extensión en 'La novia cadáver'. El tacto y la textura burtonianas, más allá de la técnica, son inherentes al hecho de narrar historias que el cineasta acaba por apropiarse para dotarlas de su propio imaginario. La animación, aquí excelsa, hoy ya no tan sorprendente, pero igual de seductora, está al servicio de un relato de amor que discurre en una frontera trascendente hecha de leyenda y cuento de amor oscuro, entre la vida y la muerte, la de esa eterna novia comprometida. Necrofilia familiar, desprende encanto de principio a fin y revela un microuniverso gótico en torno a un triángulo amoroso entre la extravagancia made in Burton, unos números musicales particulares que arropan lo victoriano, la extrañeza, también el humor y lo entrañable. Lo mejor y, sin duda, perenne e incesante, es su ecosistema de muertos muy vivos inmersos en una chispeante y lúbrica celebración del amor.
Humor negro y pasión por contar constituyen la ecuación más importante de 'La novia cadáver' a la hora de agitar emociones, invitar a un viaje de un más allá muy cercano y ese vuelo poético, con guiños muy cinematográficos incluidos, todo ello en ochenta minutos de una precisión que se antoja irrepetible. En la paradoja, en la contradicción y el contraste reside la maravilla de esta golosa sucesión de subtextos que remiten a Poe o que podrían haber sido una prótesis animada de su también eterna obra maestra de Hitchcock, 'De entre los muertos' (Vértigo). Triunfa la colisión entre ese mundo vivo lleno de grisura y amargura y ese otro de los muertos pleno de colorido y efervescencia festiva.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.