Antonio Fernández del Amor, Premio Gerardo Diego de Investigación Literaria
El jurado de la XXV edición concede el galardón al ensayo del profesor murciano 'Del Deus abconditus al Ser que es palabra. El pensamiento religioso de José María Valverde en su poesía'
Un estudio sobre el pensamiento religioso en la poesía de José María Valverde se suma a la fecunda y prolífica sucesión de exploraciones y análisis ... sobre la poesía en español surgidas del Premio Gerardo Diego de Investigación Literaria.
El profesor murciano Antonio Fernández del Amor fue distinguido ayer con el galardón que lleva el nombre del poeta santanderino por su estudio en torno a «la aportación singular y única de José María Valverde al conseguir unir en su obra la dimensión filosófica y la poética a una vivencia muy personal de la fe católica, que con los años se vio reforzada y purificada hasta una consumada madurez».
El ganador es doctor en Literatura Española por la Universidad de Murcia y doctor en Teología Fundamental por la Pontificia Universidad Antonianum de Roma. Actualmente ejerce como profesor de Lengua Castellana y Literatura en un Instituto de Educación Secundaria y de Sociología de la Religión en la Facultad de Teología de Murcia.
Sobre Valverde

José María Valverde (Valencia de Alcántara, 1926- Barcelona, 1996) fue, en palabras de Martín de Riquer, «un escritor completo, un excelente poeta, excelente prosista, un crítico literario de gran agudeza y originalidad y un gran historiador de la literatura», catedrático de Estética en la Universidad de Barcelona y referente intelectual. Destaca su labor como traductor de clásicos como Rilke, Dickens, Cavafis, Whitman o Faulkner. En 1964, en solidaridad con los profesores Enrique Tierno Galván, José Luis Aranguren y Agustín García Calvo, expulsados de la universidad por el Régimen, renunció a su cátedra y se exilió. En 1971 publicó Enseñanzas de la edad (Poesía 1945-1970), un volumen que recogía sus seis primeros libros de poemas; Premio Nacional de Traducción, el de Poesía, el Premio de la Crítica. Destacan sus poemarios 'La espera (1949)', 'La conquista de este mundo' (1960), 'Años inciertos' (1970) o 'Ser de palabra' (1976).
El jurado de la XXV edición del Premio Internacional concedió el galardón a su ensayo 'Del Deus abconditus al Ser que es palabra. El pensamiento religioso de José María Valverde en su poesía'.
En la Residencia de Estudiantes se dio a conocer ayer al mediodía el fallo de esta XXV edición de un galardón de prestigio en el hispanismo internacional que, en su vigésimo quinta edición, se mantiene firme en el propósito de distinguir «la calidad, el rigor y la originalidad» de aquellos ensayos inéditos que aporten nuevas lecturas sobre el canon de la poesía española de los siglos XX y XXI, en la que Gerardo Diego ocupa un destacado lugar como poeta, crítico, estudioso, antólogo y músico, dentro de la generación del 27.
El veterano certamen de la Fundación Gerardo Diego se convoca con la colaboración de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander.
Los ensayos premiados en estos veinticinco años de trayectoria han ido configurando un recorrido histórico que comienza en las vanguardias y la generación del 27, transita el exilio español y la posguerra, y llega a las generaciones del cambio de siglo; algunos de los trabajos galardonados también han explorado las relaciones de la poesía con otras disciplinas como el cine, la música o la filosofía. Los poetas estudiados hasta ahora han sido Guillermo Carnero (en la pasada edición), José Jiménez Lozano, Jenaro Talens, Pere Gimferrer, Antonio Gamoneda, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Gil-Albert, Miguel Labordeta, Ángel Crespo, José Ángel Valente, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Emilio Prados, Luis Cernuda o el propio autor santanderino.
La obra ganadora será publicada por la editorial Pre-Textos. El jurado estaba configurado por Francisco Javier Díez de Revenga (Universidad de Murcia), Pilar Palomo Vázquez (UCM), Rosa Navarro Durán (Universidad de Barcelona), Antonio Sánchez Trigueros (Universidad de Granada) y José Luis Bernal Salgado (Universidad de Extremadura). El ensayo ganador acompaña la vida del poeta en su «búsqueda de la presencia divina en lo circundante» y examina cómo evoluciona la representación religiosa en su literatura desde su adolescencia, «un momento de búsqueda de Dios en el silencio», hasta la madurez, «cuando vive una fe puesta al servicio de los pobres y los desheredados». Del Dios escondido al Dios de la esperanza».
En su investigación, el autor del trabajo galardonado recurre tanto a los textos poéticos como a ensayos, artículos y correspondencia, que ha podido consultar en el fondo personal del poeta conservado en la biblioteca del Pabellón de la República, en Barcelona, para mostrar la evolución del sentimiento religioso en Valverde, un poeta bien editado pero poco estudiado, «pese a su actualidad y a ser un referente ético necesario; en este sentido, este trabajo supone casi una resurrección».
El ensayo revela «la palabra luminosa de Valverde», las complejidades y contradicciones en la construcción de una fe que se hace palabra en una poesía «comprometida y sufrida», que Gerardo Diego conoció y reconoció -el jurado recordó la crítica de Diego de 'Versos del domingo' (1954)- pese a que «no era fácil en la España nacionalcatólica dedicarle atención a un poeta cristiano con tantos matices».
El acto en la Residencia de Estudiantes contó con la presencia de Elena Diego, hija del poeta, y de Juan Cuesta Diego, nieto del poeta y vicepresidente de la Fundación.
«Nunca olvidó al ser humano»
Antonio Fernández del Amor, autor del ensayo premiado, definió su estudio como «un viaje en busca de la belleza, de la verdad y de la vida».
A través de la escritura del poeta extremeño, aseguró el profesor a El Diario, «uno va descubriendo cómo el anhelo religioso va configurando la mente y la vida de quien se vio interpelado por la dimensión trascendente desde muy joven, desde su obra 'Hombre de Dios'».
El ensayo también sirve, opinó, «para contemplar la evolución ideológica de quien empezó formándose en la órbita del catolicismo más tradicional pero supo adaptarse a la renovación eclesial».
Valverde, sostiene el estudioso, es «un poeta que en su búsqueda de Dios nunca olvidó al ser humano, al sufriente, la opción preferencial por los pobres».
En sus palabras, «el lenguaje y el pensamiento, entrelazados para buscar al ser que es palabra».
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