Antonio Orozco: «Cuando vives con una ansiedad extrema, buscas maneras de silenciarla»
El músico publica 'Inevitablemente yo', un libro que relata cómo superó la ansiedad y la obesidad que le llevó a cancelar una gira el año pasado
Después de regresar de un gira europea, a finales de 2023, el cantante Antonio Orozco se reunió con su manager y canceló 111 conciertos de golpe, programados para el año siguiente. «Intenté encontrar las palabras adecuadas para expresar el miedo, la frustración y la certeza que había estado evitando durante meses, quizás años, y que en los últimos días había aflorado de una forma nueva», escribe Orozco. No se sentía bien. Le atenazaba un malestar general y la ansiedad, que todavía hoy le acompaña, como «desde hace meses». Vivía bajo un «ritmo frenético» y «detenerse se percibe como un acto de rebeldía» en la industria musical.
Lo cuenta en 'Inevitablemente yo' (Planeta), una crónica en primera persona sobre «cómo en un año ha cambiado y mejorado radicalmente mi vida», aunque, dice, «no es un libro de autoayuda» ni una biografía. «Cuando vives con una ansiedad extrema, buscas maneras de silenciarla. Una pastilla para dormir, otra para la ansiedad, un trago de ron antes del concierto para brindar con el equipo. Todo son sucedáneos que te alejan de la realidad. Pero la realidad siempre está ahí», confiesa, quien había tocado fondo unos meses antes, llegando a no recordar «absolutamente nada» de algún concierto y pesar 120 kilos. «Si hubiera seguido forzando la máquina, quizás no solo habría sido el fin de mi carrera, sino también de mi vida».
Así, el ganador de premios como el Ondas, capaz de llenar teatros dentro y fuera de España, con más de un millón de discos vendidos, frenó. Orozco buscó ayuda médica, empezó un proceso de cambio de hábitos, de perder treinta kilos, de ganar tiempo, asegura. Comenzó por controlar sus comidas, a entrenar con un preparador físico, y acudió al psicólogo. «Nadie sabe lo que hay detrás de un simple impulso. Pero yo sí. La obesidad no es una falta de voluntad. Es una enfermedad y un problema serio de salud (…) Empecé a entender lo que pasaba en mi cabeza cada vez que necesitaba darme un atracón», mantiene el músico. «Yo lo pasé en 'La voz'. Recuerdo un gesto que tenía cuando me ponía una chaqueta que no me gustaba. Algo en mi postura me delataba. Ponía siempre mi brazo y mi mano frente a la barriga, para taparla. Porque hubo un momento en que ya no había ropa para mí». Entendió lo que necesitaba, creó un «espacio en blanco» para él, dejó «el ego atrás».
Además del proceso de sanación que emprendió, Orozco recuerda en varios capítulos la primera canción que escribió, la muerte de su padre, su relación con su pareja, las conversaciones con sus hijos, los preparativos de la gira que comienza junto a la publicación del libro. Ahora, en una época que, dice, es la «más feliz de toda mi vida», sintiéndose más fuerte, sensitivo, emocional, completo, según enumera, confiesa su «secreto»: «la gestión del tiempo». También usar sus «herramientas». «Todos tenemos una caja llena. Pero no siempre sabemos qué hacer con lo que hay dentro». No es autoayuda ni biografía, pero se acerca.