«El buen teatro tiene que contar al espectador su propia historia»
El cántabro, que en los últimos años ha trabajado en musicales, cambia de registro en 'Perfectos desconocidos', que se representa este fin de semana en el Palacio de Festivales
El santanderino Jaime Zatarain no se prodiga mucho en su tierra. Con una larga trayectoria como actor y un extenso currículum en distintos musicales, este ... fin de semana será la segunda vez que pise el escenario del Palacio de Festivales. Lo hará como parte del elenco de 'Perfectos desconocidos', la obra de teatro que se ofrecerá el viernes y el sábado en la sala Argenta y que inspiró la película de Álex de la Iglesia, en un papel que supone para él un cambio de registro tras una larga temporada representando el personaje principal de 'Priscilla, reina del desierto'.
-Pese a su larga trayectoria como actor, la primera vez que actuó en Santander fue en 2017 con 'Priscilla'. Ahora viene por segunda vez. ¿Cómo lo afronta?
-Con la misma o más ilusión aún. Lo de 'Priscilla' fue para mí una pasada porque me apetecía mucho actuar en casa y ahora me la tomo casi como si fuera la primera vez. Me apetece ir con esta obra que es superdivertida y que para mí supone un cambio de registro que me ha alejado de los musicales que es lo que más he hecho hasta ahora.
-En la obra, en la que se basó Álex Iglesias para una de sus películas más taquilleras, un grupo de siete amigos se reúnen para cenar. ¿Qué personaje representa usted?
-El amigo taxista. Casualmente el mismo que interpreta Eduardo Noriega, otro actor santanderino, en el cine. Pero bueno, la propuesta es distinta con lo cual que nadie deje de ir al teatro porque haya visto la película. Mucha de la gente que viene a vernos nos dice a la salida que a los cinco minutos de estar en la butaca se han olvidado de que la han visto.
-¿En qué se diferencian los 'Perfectos desconocidos' del cine a los del teatro?
-Cuando vi la película me pareció que tenía un guión muy teatral, que era mucho adaptable a un escenario que al cine. Nuestro director, Daniel Guzmán y David Serrano, han hecho una versión española de la obra en la que se remarca más el tono de comedia aunque con un punto ácido y un giro al final que no voy a desvelar. Hemos trabajado mucho para que se vea que estos personajes realmente son unos amigos de verdad y que quedan en casa de uno de ellos para cenar como ocurre en la vida real.
«Pone de manifiesto que muchos amigos no se conocen tan bien como creen»
«Es un taxista un poco bruto que no sabe decir que no y que hace reír mucho»
«Soy muy afortunado porque tengo trabajo, pero aún me quedan sueños por cumplir»
-Decía antes que llevaba mucho tiempo trabajando en musicales. ¿Cómo le llegó este papel?
-Me lo ofreció David Serrano con el que había trabajado hace años en el musical de Sabina. Justo acababa de acabar la grabación de la serie 'Vergüenza' y no tenía nada a la vista, así que fue como un regalo caído del cielo.
-¿Después de llevar tanto tiempo haciendo un personaje de 'reinona' como Priscilla ha tenido que prepararse mucho para meterse en la piel de este taxista un tanto 'machirulo'?
-A los actores nos ponen mucho estos cambios de registro. Evidentemente Priscilla es el personaje opuesto a Santi, un taxista bastante bruto aunque a mí me gusta definirlo como un hombre que no sabe decir que no y que eso hace que se le acumulen una serie de problemas que no sabe como gestionar. Es un personaje que con sus barbaridades hace reír mucho. Para mí es una gozada este cambio de registro y, sobre todo, pasarme de nuevo al teatro de texto. Ya tenía ganas.
- En 'Perfectos desconocidos' se propone un juego entre un grupo de amigos y sus teléfonos móviles. ¿Tanto han cambiado para nuestra forma de relacionarnos?
-Sí claro. El mensaje que viene a transmitir 'Perfectos desconocidos' es superactual. Una de las cosas que más nos gusta a los actores de esta obra es escuchar las conservaciones del público cuando acaba la función. Realmente el tema de los móviles y, sobre todo, el de la falta de privacidad que a veces conllevan es un tema de conflicto hoy en día. Y de eso habla la obra, de lo que para unos es secreto y para otros no. Da mucho que pensar porque presenta a un grupo de amigos que a raíz de todo los que les pasa con ese juego se dan cuenta de que no se conocen tan bien.
-¿Es de los que piensan que los amigos se eligen y son para toda la vida y el amor no?
-No, yo creo que el amor también se elige. Pero sí estoy de acuerdo en lo importante que es la amistad. Al menos para mí. Tengo la suerte de contar y apoyarme de los que han sido mis amigos de toda la vida. El valor de la amistad y el de la familia está muy presentes en mi vida.
-¿Por qué hay que ir a ver este fin de semana 'Perfectos desconocidos'?
-Porque los que vayan van a vivir una hora y cuarenta minutos increíbles y van a empatizar con la situación que se muestra en el escenario. Creo que los personajes están muy bien definidos y que el público se va a ver identificado con los siete en diferentes momentos. Para mí eso es el buen teatro: contar al espectador su propia historia.
-De pequeño quería ser bailarín, luego fue a Madrid a estudiar periodismo y acabó siendo actor. Si echa la mirada atrás, ¿qué balance hace?
-El del que soy alguien muy afortunado aunque creo que todavía tengo un montón de sueños por cumplir. Me quedan muchas cosas profesionales por tocar, pero insisto en que soy un privilegiado. Hay muchísimos actores en España y no todos vivimos de esto. No me olvido nunca de que esto es un privilegio.
-¿Entre esas cosas que le quedan por hacer está el cine y la televisión?
-En televisión estoy haciendo cada vez más cosas y en cine también voy haciendo mis pinitos. El año pasado trabajé con Rodrigo Sorogoyen en 'El reino' y ahora acabo de hacer un papel en la última película de Daniel Calparsoro. Ahí voy. Pero la verdad es que tengo ganas de hacer algo más grande. Me encanta el cine, siempre me ha gustado muchísimo y estaría feliz de poder hacer un personaje con un desarrollo potente.
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