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Núria Mediavilla, en Málaga.
Núria Mediavilla también es Maléfica

Núria Mediavilla también es Maléfica

Y es Uma Thurman y Winona Ryder; todas tienen la voz de esta actriz barcelonesa, que ha clausurado en Málaga un simposio de doblaje

Francisco Griñán

Jueves, 6 de abril 2017, 13:42

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Hasta mediados de los setenta, los niños de película eran doblados por mujeres que dulcificaban su voz. Pero no siempre funcionaba. Por ello, se buscó más realismo y los infantes entraron en los estudios de grabación. Una de esas pioneras fue una barcelonesa del año 1966 que llegó de la mano de su padre. Fue para una prueba y todavía anda por allí. «Entonces me lo tomaba como un juego que me divertía», cuenta al diario SUR Núria Mediavilla, una de las maestras indiscutible del doblaje en España.

Aunque nunca la han visto en pantalla, cuenta sus películas por centenares y seguro que les suena cuando dice esta boca es mía. Y es que si han escuchado a Uma Thurman clamar venganza en la saga Kill Bill o a Winona Ryder buscar desesperadamente a su hijo en la serie Stranger Things ya conocen a Mediavilla, que ayer pasó por Málaga para hablar de los secretos de su profesión y clausurar el I Workshop Internacional Locución y Doblaje, que ha organizado la Universidad de Málaga.

Además de las mencionadas estrellas de Hollywood, esta actriz de doblaje también ha propiciado que Nicole Kidman, Cameron Díaz, Drew Barrymore, Jennifer López y Helena Boham Carter hablen tan bien español en nuestros cines. Aunque si se le pide que destaque uno de sus últimos personajes, confiesa que siente debilidad por la mala Angelina Jolie de Maléfica. «No solo por el papel de villana, sino porque me gustó mucho la película», reconoce la artista que considera que en su profesión «no hay voces buenas ni malas», sino que el «buen actor tiene que tener la mochila repleta de recursos artísticos».

Profesión instantánea

No es mal consejo el que ofrece Núria Mediavilla, ya que, contrariamente a lo que se piensa, los actores de doblaje se enfrentan a cada película sin ensayos. Y sin un guión previo. «Es muy instantáneo y se trabaja sobre la marcha, ya que no hemos visto previamente el filme», explica la intérprete y dobladora, cuyo gran secreto es «captar la esencia del personaje» para traducirla con su voz.

Por ello, tiene muy claro que pone su interpretación «al servicio de los protagonistas» e incluso llega a asegurar que los dobladores «no creamos nada», aunque después matiza. «No imitamos, sino que damos una versión lo más fiel posible a la esencia del personaje», relata Núria Mediavilla que, además de una voz envidiable, ha heredado algo de pedigrí sonoro de su padre, el popular Pepe Mediavilla, que en pantalla es también Morgan Freeman o Gandalf (Ian McKellen) de El señor de los anillos.

«Para hacer de otras, sé tu misma», le dijo precisamente su padre a Núria Mediavilla, que lleva con esta máxima grabada en su voz desde que hace cuatro décadas comenzará a doblar películas como un juego. Hasta tres o cuatro jornadas se tarda en doblar el papel protagonista de un filme y, pese a que la actriz ve la película a trozos y de forma más «profunda», confiesa que «borro el disco duro y me olvido» cuando sale del estudio sonoro. Y aunque comienza a decir nombres de compañeros cuando se le piden nombres indispensables de nuestro doblaje, confiesa que le gusta ver cine en versión original. «Es el más perfecto», admite.

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