Armas... de dar y tomar
Cinesa, Ocine, Yelmo. ·
Lo grave pero inane se come a lo caricaturesco. Si uno se queda en las coreografías ultraviolentas no se dará cuenta del vacío. Del cuchillo a la granadaPodía ser perfectamente un filme exento de la franquicia a la que está adscrito en modo spin-off (como derivada). Pero huele más a estrategia ... comercial para fieles de John Wick. Lo cierto es que 'Ballerina' no engaña. Un recital de cine de acción con una Ana de Armas (de dar y tomar, perdón) entregada a la causa. En realidad recoge el testigo de actrices como Charlize Theron, Angeline Jolie o Scarlett Johansson en títulos como 'Atomic Blonde', 'Salt', 'La viuda negra' o 'Lucy'.

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Año 2025
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País EE UU.
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Dirección Len Wiseman
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Guion Shay Hatten
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Reparto Ana de Armas, Anjelica Huston, Keanu Reeves, Gabriel Byrne
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Género Acción/thriller
La trama de este disparate agita una serie de ingredientes muy manidos y hasta manipulados: un cóctel de venganza, iniciación, educación en la violencia, sectas y huérfanas rencorosas. Dado que la historia, en el buen sentido, no comparece en ningún momento, todo lo que concentra, exhibe y exuda la película de Len Wiseman es un escaparate de hiperviolencia y desfile de armamento, desde el más casero al más sofisticado. Como ya es norma, se excede en metraje y mata el ritmo, uno de los escasos factores que hasta la última media hora, repetitiva, con finales solapados –precisamente con la inane aparición de Keanu Reeves– y un claro guiño al alargue de la saga, permitía alguna que otra alegría.
Vacía de conflicto, el drama de infancia y el trauma de la ausencia del padre es simplón y una mera excusa para encadenar set pieces más cerca de perfomances que de una creación cinematográfica. Precisamente esas islas de golpes, aniquilación y demostración de armas de todos los colores concentran el espectáculo visual, más trepidante que deslumbrante, pero la única posibilidad de fijar la mirada en la pantalla esperando un retorcido más difícil todavía, como ese combate entre el lanzallamas y el manguerazo. Si el filme se inicia, sin aprovecharlo, con un paralelismo no original pero vistoso entre el sacrificio, la disciplina y la dedicación de una bailarina y la preparación física y mental de una futura asesina, en su desarrollo transparenta los mejores momentos a través de coreografías fundidas. Una danza de autodefensa, lucha y muerte que certifica lo camaleónico de una actriz como Ana de Armas. En lo caricaturesco hay dos momentos espléndidos: la utilización de un mando de televisión como arma arrojadiza; y ese otro de la pelea con platos que homenajea a los gags del cine silente. El cineasta de 'La jungla 4.0' no logra conjugar ni conjuntar esa atmósfera de frescura desmesurada de las primeras entregas. Aquí todo parece inútilmente grave. El filme va de la granada al cuerpo volatizado, del cuchillo de cocina a los zapatos de patinaje.
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