Cabalgar sobre géneros
Festival. Casyc. 20 horas. ·
Sus espacios imaginativos son como estancias de otras muchas películas. Es arriesgada y libre y atrapa en una hipnótica sensación de ausencia de etiquetasEs como un 'polar' de Jean-Pierre Melville que se hubiera cruzado en el camino de Buster Keaton y viceversa. Un relato que parece un ... sueño y un estado onírico, sonámbulo, que se postula real. El cineasta de la espléndida 'El ángel' firma un ejercicio libertario, donde triunfa más lo imprevisible que lo propiamente inesperado. Un cuento con imágenes que eluden cualquier estereotipo, que sortean los caminos convencionales y busca al espectador no desde la provocación, sino desde una llamada a la complicidad fundamentada en la extrañeza.
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Año 2024
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País Argentina
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Dirección Luis Ortega
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Guion Ortega, Fabián Casas, Rodolfo Palacios
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Reparto Nahuel Pérez Biscayart, Úrsula Corberó, Daniel Giménez Cacho
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Género Thriller/Drama
'El jockey' deja que deambulen sus personajes en un bucle de identidades al tiempo que el cineasta ata en corto su elección formal, sus espacios imaginativos como estancias de otras muchas películas que no están en esta. La apuesta de Luis Ortega es arriesgada, muestra inevitablemente algunos altibajos pero para entonces el que mira ya está atrapado en una hipnótica sensación de ausencia de etiquetas, de azarosas circunstancias y modelos con prejuicios dentro.
La sucesión de imágenes tiene tanto de ruptura como de escandalosa combinación de ritmos y rimas que edifican un estilo contundente muchas veces conjugado con una apuesta por la celebración del cine. Del absurdo a la coartada surreal, del humor a la exaltación de miradas que buscan salir de los renglones más trillados. Thriller y noir al mismo tiempo pero a su vez ninguna de las dos cosas. Una cabalgadura abstracta que salta por tantos géneros como identidades. Cuando la película parece ensimismarse en el gozoso juego estilizado, la fiesta tiene dos vasos comunicantes entre la historia y su absurdo, entre lo formal y lo contenido: Biscayart y Corberó, entregados, afinados y cómplices, son como dos médium que empatizan con ese tacto invisible que impone la dirección sobre las cosas y las criaturas. La vida de Remo Manfredini, un jockey legendario, y lo que le depara el destino no tiene asideros. El espectador se enfrenta a ella a la intemperie y ese es quizá el tour de force que permite un tránsito iniciático como si el cine absorbiera todos sus posibilidades en un intento de empezar de nuevo. El elogio reside en que entre su pliegues 'El jockey' es una película que discurre en los márgenes, con una mirada ácrata, pendiente de un gesto (o ese baile como el que se marca la pareja protagonista que supera las posibles asociaciones icónicas de Tarantino) a través de una mutación trans que es mucho más: la reivindicación de que la vida se halla siempre en una libertad iluminada. Un poema sobre el caos.
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